“Te he visto brillar en el escenario de Arrowhead, tal vez tengas que venir a verme triunfar a mí en el estadio y podemos ver cuál de los dos lo hace mejor”. él se hizo el provocador en un programa de TV y ella no dudó en tomar el desafío. Y cumplirlo. Días después estaba en un palco del estadio de los Chiefs de Kansas City, junto a la madre del jugador y gritando eufóricamente un touchdown de su chico. Luego ambos salieron juntos del edificio, la prueba final del incipiente noviazgo del que tanto se viene hablando en Estados Unidos y que explotó por estos días. Hablamos de Travis Kelce, estrella de fútbol americano, y Taylor Swift, la estrella musical del momento a nivel mundial. En esta nota, además de algunos detalles de la nueva relación y de cómo el efecto Swift ya impactó en la vida del muchacho, conocerás la historia de este jugador de fútbol americano que es de los mejores de la actualidad y está, para muchos, en el Top 5 de su posición (ala cerrada) en la historia de la NFL, la competencia más popular de USA.
Travis y su hermano mayor, Jason, nacieron y crecieron en Cleveland Heights, una ciudad no muy grande (50.000 personas) ubicada a 32 kilómetros al norte de Cleveland y a 240 de Columbus, la capital de Ohio. Su padre Ed trabajaba en la industria del acero y su madre, en un banco. Y, como admite Donna, la popular mami de ambos, “no fue fácil criar a dos niños que se llevaban tan pocos años (2). Muchas peleas, ventanas rotas, choques, quejas en las escuelas…”. Hay que sumarle la capacidad deportiva y física de ambos, además de un carácter fuerte y una tendencia a las travesuras… “Travis fue siempre el instigador, porque quería la atención de su hermano mayor”, acota ella.
Ambos fueron expulsados del colegio, por ejemplo. Y tuvieron innumerables “andanzas”, como cuando Jason debutó en la NFL -antes que Travis- y le regaló un camioneta. “Me fui a Cleveland, me metí en un club de striptease y cuando salí el vehículo no estaba… Lo había dejado abierto, con una llave en la guantera y parece que alguien les contó a las chicas del lugar que se lo terminaron llevando”, contó en el ya famoso podcast (llamado New Heights) que tiene con su hermano.
Travis asistió al secundario que tiene el mismo nombre que su ciudad, donde practicó básquet y béisbol, además del deporte que lo llevó a la fama. Pero, claro, en fútbol americano no arrancó en la posición que se convirtió en estrella. Allí jugaba como mariscal de campo: era un quaterback que pasaba y corría casi por igual, logrando 2539 yardas y 31 touchdown en su último año (20 con pases y 11 con corridas).
Terminó aceptando una beca de la Universidad de Cincinnati, pero en su etapa universitaria nadie pensó que se transformaría en una estrella de la NFL. Primero porque le costó cambiar de posición, luego porque tuvo problemas y fue suspendido, y después porque no se visualizaba que sus condiciones lo llevarían a tener éxito como ala cerrada.
La primera temporada no la jugó, intentando ajustarse a su nuevo rol, distinto al de quaterback, el organizador y pasador del equipo. En la segunda compartió posiciones, aunque ya teniendo claro cuál sería su futuro y dónde debía mejorar. La tercera se la perdió por completo por violar las reglas del equipo, al dar positivo por marihuana en un test anti-drogas. Fue el momento más bajo de su carrera, cuando entró en escena su hermano mayor, Jason, quien estaba en su último año en la facultad y le pidió expresamente otra chance -para su hermano- al entrenador. Para eso cambió de habitación y se fue con su Travis, para mantenerlo vigilado. Fue el comienzo de otra historia.
Todo realmente empezó a cambiar en la última -gran- campaña de Travis con los Bearcats, con los que consiguió más de 700 yardas aéreas, luego de apenas tener 155 en la temporada anterior. Logró también ocho touchdown, lo que le permitió entrar en consideración de los equipos de la NFL. Sin embargo, quedó en la segunda línea de los mejores ala cerradas universitarios y los Chiefs lo eligieron en el puesto N° 63 de la tercera ronda del draft 2013. Travis firmó un contrato de 3.120.000 de dólares por cuatro años, además de un bonus de 700.000. Lo mejor estaba por llegar…
Tuvo que tener paciencia igualmente en la NFL, algo de lo que sabía y bastante. No empezó tan bien la historia, porque entre tener pocas oportunidades y una lesión prácticamente no jugó en su primera temporada. Pero a partir de la segunda, el crecimiento resultó imparable. En su tercer partido, ante los Dolphins, consiguió su primer touchdown, y en su siguiente encuentro, ya pasó las 100 yardas ante Arizona Cardinals. En aquel 2014 se acercó a las 900 yardas aéreas y se estableció como uno de los mejores tight ends receptores de la liga.
En 2016 batió por primera vez la marca de las 1000 yardas aéreas en una sola temporada (consiguió 1125) y renovó por 46 millones y cinco años. Su gran temporada llegó en 2020, cuando alcanzó las 1416. Esta marca sigue siendo la más alta conseguida jamás para un ala cerrada en la historia. En el palmarés de Kelce encontramos dos anillos ganados con los Chiefs, cuatro elecciones para el All-Pro (el mejor equipo de la temporada NFL) y ocho elecciones seguidas para la Pro-Bowl entre 2015 y 2022, además de varios récords individuales. Hoy es el mejor ala cerrada y es top 5 en la historia, junto a Tony Gonzalez, Antonio Gates, Shannon Sharpe y Rob Gronkowski.
Hoy gana casi 15 millones al año, seguramente por debajo de lo que merece. “Mi agente ama decir lo mal pagado que estoy. Siempre que hablamos sobre querer más dinero solo me dice ‘¿por qué no les pides más a los Chiefs?´ A veces ves todo el dinero que podrías ganar y te impacta, te hace pensar que se están aprovechando de vos… Pero yo sólo sé que disfruto entrar a ese edificio todos los días y de ganar con este equipo”, respondió quien además es un personaje fuera del campo.
Travis participó en un reality para buscar pareja, su podcast con su hermano es uno de los más escuchados y es famoso por ser un tipo tan rudo en el campo como seductor y coqueto afuera del mismo. Sus outfits cuando llega al estadio son un clásico en esta nueva era de la moda de los deportistas. Puede pasar de un abrigo Louis Vuitton a un colorido conjunto, con sombreros, lentes y joyas.
Es totalmente diferente a su hermano, más simple y sin nada de glamour. Pero ambos son figuras determinantes en sus equipos. Jason es el centro de los Philadelphia Eagles y ambos se enfrentaron en el último Superbowl de febrero. Por primera vez en la historia. No se midieron cuerpo a cuerpo, porque ambos pertenecen a la alineación ofensiva y, como sabemos, en el fútbol americano hay dos equipos distintos, el que ataca y el que defiende, con jugadores diferentes. Travis y los Chiefs terminaron ganando pero el abrazo del final, entre ambos, fue épico.
Travis no ha tenido tantas relaciones amorosas y menos, duraderas. La mayor, entre 2017 y 2022, fue con la modelo e influencer afroamericana, Kayla Nicole, que en los últimos días ha visto cómo sus redes sociales se inundaban de comparaciones con Taylor Swift. ¿Cómo empezó todo con Taylor? El menor de los hermanos le contó al otro, durante un podcast, que había intentado acercarse en un par de ocasiones, la última buscando darle una pulsera (friendship brazalet) con su teléfono, aunque sin suerte.
Travis Kelce y Taylor Swift fueron vistos juntos después del partido
Luego, aseguran, tuvieron un encuentro en Nueva York, en el que charlaron bastante, y luego comenzaron a salir discretamente. Los rumores comenzaron hace semanas y se confirmaron con la asistencia de Taylor al juego de los Chiefs. Lo vio en el palco, al lado de la madre de Travis, gritó el touchdown de su novio y luego salieron juntos.
Ninguno habló en el momento, pero sí el técnico Don Reid, quien bromeó diciendo que había sido el responsable de juntarlos, y hasta Patrick Mahomes, el mariscal de campo y máxima estrella de la NFL. “Escuché que ella estaba en el estadio, le pregunté a Trav… Luego sentí un poco de presión, sabía que tenía que dársela a él para que pudiera anotar. Creo que quería llegar a la zona de anotación tanto como todos los swifties -fans de Swift-”, dijo, entre risas.
Travis tuvo que tocar el tema en el último podcast. “Tenemos que hablar de esto”, no le dio opción su hermano. Travis se río y arrancó “claro, mi vida personal no es tan personal”. Jason hizo de periodista y le preguntó cómo se siente que al fin Taylor lo puso en su mapa… “Fue increíble cómo todos estuvieron en el palco y cómo todos sólo tuvieron cosas lindas para decir de ella. A ella se la vio impresionante, en plena luz y por sobre todo muy especial que el día haya sido perfecto para los hinchas de los Chiefs. Lo guionamos todo, señoras y señores. Verla apretar el puño y gritar, verla chocar los cinco con nuestra madre… Será sin dudas un partido que todos recordaremos”, comentó, feliz.
Jason le recordó que hasta Bill Bellichick, el mítico técnico de New England Patriots, habló del tema. “Travis ha tenido grandes atrapadas en su carrera, pero esta es la más importante”, dijo el coach y le sacó una gran reacción a los hermanos. “Fue muy bueno y gracioso lo que dijo”, completó. Y Travis también se refirió a Andy Reid, su entrenador. “Él diciendo que ha sido cupido también fue muy bueno”, completó antes de terminar con una gran frase. “Aplausos para Taylor por venir y verme rockear el escenario”.
Taylor está en un descanso de su Eras Tour, que se reanuda el 9 de noviembre nada menos que en Buenos Aires. Por lo pronto, disfruta el mejor momento de su carrera, que comenzó en 2006. La estrella pop ha vendido más de 200 millones de álbumes en todo el mundo y cuenta con seis giras internacionales. Este tour está en camino de generar 2.000 millones de dólares a nivel mundial, lo que la convertiría en la gira musical más exitosa de todos los tiempos. Se calcula que Swift gana un promedio de 150 millones de dólares anuales y su fortuna actual es de 600 millones, según el sitio Celebrity Net Worth. Sin embargo, se proyecta que recaudará personalmente al menos 500 con su gira actual, lo que la convertiría en multimillonaria.
Todo lo que toca ella se convierte en oro. Tras su aparición en el estadio para ver a su novio generó que se dispararan todo lo relacionado a Kelce: la venta de su camiseta N° 87 aumentó en un 400%, superando al #1 Jalen Hurts -el mariscal de campo compañero de su hermano Jason-, el podcast pasó a ser el más escuchado en Apple, su cuenta de Instagram sumó 400 mil seguidores en días, el partido superó los 24 millones de espectadores y logrando un salto de 63% en mujeres entre 18 y 49 años. Un boom que potencia a los Cheifs, que fueron 10 veces más buscados en la web y lograron multiplicar por tres las ventas en estos días, además de aumentar la venta de tickets para el próximo juego. El efecto Swift se comienza a sentir en la vida de Travis.