Más de 55 millones de personas en todo el mundo tienen algún enfermedad vinculada con la demencia, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de este total, el Alzheimer acapara entre un 60% y un 70% de los casos. Asimismo, según el organismo sanitario internacional, esa cifra casi que se duplicará cada 20 años. Es por eso que, para 2030, se estima que 78 millones padecerán estos trastornos y que, en 2050, serán casi 140 millones en 2050. Ahora, un estudio señaló que un estilo de vida saludable podría ser la clave para prevenir o retrasar la aparición de la patología hasta seis años.
Aunque ya se sabía que una buena dieta, el ejercicio físico y reducir el consumo de tabaco y alcohol ayudaba a las personas a vivir más tiempo, se desconocía si esos años adicionales se verían arruinados por enfermedades del envejecimiento, como el Alzheimer, gracias a este trabajo prospectivo realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan y su par de la Universidad de Chicago, publicado en The British Medical Journal, la evidencia científica sería determinante.
Una buena dieta, actividad cognitiva estimulante, ejercicio físico regular, una vida sin tabaquismo y consumo moderado de alcohol, a los 65 años, son los puntos esenciales que detectaron los científicos, según resaltó Klodian Dhana, especialista del Centro Médico de la Universidad Rush en Chicago. En ese sentido, resaltó que las mujeres agregaron 3,1 años de vida, mientras que los hombres 5,7 años.
El trabajo indicó que, de su esperanza de vida total a los 65 años, las mujeres con cuatro o cinco factores saludables pasaron el 10,8 % de los años restantes con demencia de Alzheimer, mientras que las mujeres con cero o un factor pasaron el 19,3 %. En tanto, los hombres con cuatro o cinco factores saludables pasaron el 6,1 % del resto de su vida con demencia, a comparación de aquellos que tenían cero o uno, que lo padecieron por el 12 %. “A los 85 años, estas diferencias eran aún más notables”, recalcó Dhana.
“Con el aumento de la esperanza de vida, más personas alcanzan edades en las que el deterioro cognitivo y la demencia se vuelven cada vez más comunes”, añadió a su turno HwaJung Choi, coautor del estudio y profesional de la Universidad de Michigan. Al tiempo que aclaró: “La edad avanzada se asocia fuertemente con un mayor riesgo de demencia, por lo que, aunque un estilo de vida más saludable podría retrasar la aparición de la enfermedad, también podría aumentar la cantidad de años que se pasan con demencia”.
Es por este motivo que afirmó que “una mejor comprensión de este matiz (años vividos con demencia versus sin ella) es importante para evaluar las implicaciones generales de las intervenciones que promueven un estilo de vida saludable para los individuos, las familias y la sociedad”. “Claramente, reducir la incidencia y la prevalencia de la demencia es un imperativo urgente de salud pública para los sistemas de atención sostenibles a largo plazo”, añadió el investigador y agregó: “La enfermedad de Alzheimer y otras demencias se encuentran entre las condiciones de salud más caras, tanto económica como socialmente, y tienen un profundo impacto en los pacientes, sus familias y la sociedad en general”.
Para alcanzar estos datos, Dhana y sus colegas evaluaron la información de 2.449 adultos mayores, con una edad promedio de 76 años, los cuales estaban enmarcados en el Proyecto de Salud y Envejecimiento de Chicago (CHAP) y fueron reclutados entre 1993 y 2009. En total, los voluntarios del estudio fueron 2.110 personas sin Alzheimer al inicio del estudio y 339 personas con la patología prevalente. Más de la mitad de los participantes (57% de mujeres y 56% de hombres) eran afroamericanos.
Para poder identificar estos efectos positivos del estilo de vida saludable, los expertos les pidieron a los participantes que completaran cuestionarios detallados sobre 5 aspectos:
1 – Una dieta rica en cereales integrales, vegetales de hojas verdes y legumbres y baja en comida rápida, comida frita y carnes rojas
2 – Actividades cognitivas estimulantes como leer, hacer crucigramas, jugar o visitar un museo
3 – Actividad física moderada o vigorosa, al menos 150 minutos a la semana de incluyendo caminar, jardinería o natación
4 – No fumar
5 – Bajo o moderado consumo de alcohol
Los científicos detallaron que la calidad de la dieta se determinó utilizando la puntuación de la dieta Mediterranean-DASH Diet Intervention for Neurodegenerative Delay (MIND), la cual se ha asociado significativamente con un deterioro cognitivo más lento y un menor riesgo de demencia de Alzheimer incidente. Mientras que para cada factor de estilo de vida, los participantes recibieron una puntuación de 1, si cumplían con los criterios de salud, y 0 si no lo hacían.
Además, se sumaron las puntuaciones de cinco factores del estilo de vida para obtener una puntuación final de 0 a 5, donde una puntuación más alta indica un estilo de vida más saludable. Según indicaron los científicos, los resultados mostraron que a los 65 años, las mujeres con un estilo de vida saludable podían esperar vivir hasta los 89 y los hombres hasta los 88. Por otro lado, la esperanza de vida promedio de las mujeres con hábitos no saludables era de 86 años y la de los hombres 82.
En tanto, en el caso de las mujeres con un estilo de vida saludable, solo se perdieron 2,6 años por la enfermedad de Alzheimer y 1,4 para los hombres. Pero las aquellas enfermas sufrieron un promedio de 4,1 años de demencia, mientras que los hombres pasaron 2,1 años con la enfermedad. Por último, el trabajo sugirió que la edad aproximada de aparición de la demencia entre las mujeres sanas sería alrededor de los 86 años, en comparación con los 81 años de las “no sanas”, mientras que en los hombres saludables comenzaría alrededor de los 86 años, y en los otros 80 años.