Por Roberto Valenzuela
Debemos comenzar puntualizando que ninguno de los dos movimientos tuvo ideas independentistas, es decir, crear un Estado independiente.
En lo que los historiadores denominaron como la Guerra de la Reconquista fue pasar de una colonia francesa a una española. Y luego se demostró que a España poco le importaba Santo Domingo, pues no significaba nada económicamente y prefería concentrarse en otras colonias más prósperas como México, Cuba, Puerto Rico.
Es decir, a España le devuelven algo que poco le interesa. Esta guerra se libró entre el 7 de noviembre de 1808 y el 9 de julio de 1809.
Peor aún, algunos combatientes de esa guerra, como Ciriaco Ramírez, plantearon que se creara el Estado independiente, pero a la cúpula militar en nada le interesó ese proyecto.
Algunos de los biógrafos del independentista puertorriqueño Eugenio María de Hostos señalan que este llegó a calificar la Guerra de la Reconquista como algo “absurdo”, “tonto”. Hostos se refería a que no valía la pena que los nativos se enfrascaran en una guerra contra Francia, con todas sus secuelas de violencia, para seguir bajo la tutela de otra potencia, como España, que estaba además en un proceso de decadencia.
La historia demostró el error, ya que a partir de ese momento Santo Domingo Español vive su peor crisis económica, lo que se conoce como la España Boba. Se vivió una miseria terrible.
De la misma forma, la Independencia Efímera (1 diciembre 1821) no planteaba la independencia, sino que Santo Domingo se adhiriera a la Gran Colombia, encabezada por Simón Bolívar. O sea, pasar de ser una colonia de España a formar parte de la Gran Colombia.
El profesor Juan Bosch afirma en varios artículos que Núñez de Cáceres izó la bandera de la Gran Colombia en las oficinas públicas y lugares emblemáticos.
Pero a Bolívar no le interesó Santo Domingo, en gran medida porque había recibido apoyo de los haitianos para su proyecto de independencia de naciones suramericanas.
De hecho, Bolívar sentía una gran admiración por los haitianos por su hazaña de vencer al gran emperador francés Napoleón Bonaparte, para convertirse en la primera república negra que logra su independencia.
Además, Haití fue el segundo país en América que logró su independencia, después de Estados Unidos. Los haitianos sirvieron de inspiración a Venezuela y a las demás naciones que comienzan a proclamar su independencia en América.
