Serena Williams puede presumir de haber ganado un partido del Abierto de Estados Unidos como adolescente, en sus 20, en sus 30 y — con su hija observando — en sus 40.
También se coronó campeona en Flushing Meadows como adolescente, en sus 20 y en sus 30. ¿Podrá hacerlo en sus 40?
Se antoja demasiado aventurado esperar que se produzca una campaña de ensueño durante las próximas dos semanas, en el que ha insinuado será su último torneo. Sus seis títulos del US Open le tienen empatada por la mayor cantidad en la era profesional, y son parte de su cosecha de 23 en los torneos de Grand Slam.
Con Williams, por cumplir los 41 años el próximo mes, pautada para disputar su duelo de segunda ronda la noche del miércoles contra la número dos del cuadro femenino Anett Kontaveit, la ilusión crece.
“Me encanta salir a la pista», dijo Williams tras derrotar 6-3, 6-3 a Danka Kovinic, la 80ma del ranking, la noche del lunes. “Mientras más torneos juego, me siento mejor. Es una sensación fuerte, de que mientras más lo haces, podrás brillar más».
Ello debería intimidar a Kontaveit y, si Williams gana otra vez, a las futuras rivales de un sector de la llave que no incluye a nadie con fuste en el US Open, salvo Leylah Fernández, la subcampeona de 2021 que podría estar en el otro lado de la red en la cuarta ronda.
“Yo estaba remando para que ganara (contra Kovinic),” dijo Kontaveit, una estonia de 26 años que ha caído 13 veces en la primera ronda de sus 29 presentaciones en los Slams, y con unos cuartos de final como su mejor resultlado. “Nunca he jugado contra ella. Esta es la última oportunidad. Mejor tarde que nunca”.
Cuidado con ese deseo.
A Williams, con marca de 1-3 esta temporada previo al lunes, le preguntaron si su actuación había despejado cuestionamientos con miras al resto del torneo.
“No creo que tenía algún tipo de pregunta”, respondió.
Otro victoria incrementará la atención y ardor de los aficionados, y subirá el volumen sobre si podría emular un renacer como el de Jimmy Connors, quien tenía 39 años cuando alcanzó las semifinales de 1991 o Pete Sampras, quien tenía 31 al vencer a Andre Agassi por el campeonato de 2022 en que acabó siendo su último partido.
“Es lo que deseamos que ocurra, y ojalá que pueda ocurrir. No ha disputado muchos partidos, pero cuando pasas el primero, te sientes algo mejor cuando te entrenas al día siguiente. Ojalá le pase así», dijo John Isner, semifinalista de Wimbledon en 2018. “Su oponente tendrá que toparse contra ella y contra toda la ciudad de Nueva York”.
Pase lo que pase en el certamen de sencillos, Williams también tendrá un compromiso de dobles, con su hermana de Venus, con quien ha ganado 14 títulos de dobles en los majors como equipo.
Serena ha dicho que Venus ha sido su sostén, teniendo un papel importante en el proceso que derivó en el anuncio hace tres semanas de que Serena avizoraba el retiro.
“Ha tenido algo de tiempo para asimilarlo, y está haciéndolo de la manera que quiere», dijo Venus tras perder en la primera ronda de invididuales el martes. “Eso es lo que más importa, hacerlo en sus propios términos”.
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Fuente: https://www.diariolibre.com/deportes/tenis/2022/08/30/serena-williams-tiene-el-camino-dificil-en-el-us-open/2035091