Rusia e Indonesia anunciaron récords de decesos ayer martes a causa del coronavirus, que se propaga por el mundo impulsado por su variante Delta y que obligó a imponer nuevas restricciones en la region española de Cataluña ante el aumento “exponencial” de contagios.
En tanto, la vacunación, único baluarte contra la variante Delta, continúa avanzando de forma muy desigual. Para auxiliar a Vietnam, uno de los países de Asia donde se ha registrado un repunte de casos en las últimas semanas, Estados Unidos envió el martes dos millones de dosis del inmunizante de Moderna, que forman parte de los 80 millones de dosis que el presidente Joe Biden prometió compartir con el resto del mundo.
Casi colapsado
En Indonesia, el sistema sanitario está al borde del colapso. Los hospitales, atestados, no pueden aceptar a más pacientes, por lo que las familias se las tienen que ingeniar para encontrar oxígeno medicinal para sus allegados enfermos. En el centro de Yakarta se puso en marcha una estación de distribución de oxígeno, mientras que en Bandung, en la provincia de Java Occidental, las bombonas con ese gas se están repartiendo en ‘rickshaw’.
Ayer, el gobierno anunció que había importado oxígeno de Singapur y pidió ayuda a otras naciones, como China.
Unos 10.000 concentradores –dispositivos que generan oxígeno– iban a ser enviados desde Singapur y algunos llegaron en un avión de transporte Hércules.
La pandemia, que ha causado casi cuatro millones de muertos en todo el mundo, también está golpeando duramente a Rusia, donde el martes se notificaron 737 muertos por covid en 24 horas, un récord en el país.
En ocho días, Rusia ha marcado seis récords de mortalidad, en tanto la población continúa reacia a vacunarse.
Cataluña
En España, donde también están subiendo los casos, Cataluña (noreste) volvió a imponer restricciones para frenar la progresión de contagios constatada en los últimos días, sobre todo entre los jóvenes.
Argentina.
Médicos y enfermeros batallan sin tregua pero al borde del agotamiento en el hospital San Roque de Córdoba, en el centro de Argentina, cuando el país está en el umbral de alcanzar los 100,000 muertos.
