El presidente de Guinea, Alpha Condé, le dijo a la BBC que la muerte de ocho personas cuando trataban de concienciar sobre el virus del Ébola no es un hecho representativo de su país y aseguró que en algunos lugares la gente se ha movilizado para tratar de frenar el brote.
Pero Condé reconoció que algunas partes del país, como en la frontera con Liberia, siguen resultando problemáticas porque muchos niegan la existencia del virus.
El mandatario agregó que está organizando una campaña para sensibilizar de los peligros del ébola.
Los ocho fallecidos en Womey, entre ellos médicos, funcionarios y periodistas, fueron atacados por los habitantes de una aldea donde, como en muchas otras, acusan a los forasteros de expandir la enfermedad.