La picazón intensa, enrojecimiento y puritos en la piel son las primeras señales de la dermatitis atópica, una condición de la piel que tiene una base genética que puede afectar el desenvolvimiento escolar, social y laboral de las personas.
Así lo advierte Patricia Mayén, dermatóloga pediatra, especialista en alergias, de Guatemala, quien destaca la importancia del diagnóstico y tratamiento oportuno para evitar que la enfermedad avance hasta convertirse en crónica, dejando la piel gruesa y dura.
La especialista se encuentra en el país invitada por el Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel “Dr. Huberto Bogaert Díaz” en labores de capacitación y actualización sobre esa condición de cara al Día Mundial de la Dermatitis Atópica que se conmemora este miércoles.
Entrevistada durante una visita a la redacción de Listín Diario, la especialista explicó que la dermatitis atópica es una condición crónica de la piel que tiene una base genética y se puede manifestar desde los primeros días de vida, siendo sus principales características las lesiones en la piel que causan mucha comezón.
Dijo que esta condición es hasta en un 50% genérica, pero que también puede ser producida por alergias vinculadas a factores de contaminación ambiental y uso indiscriminado de antibiótico.
Condiciones de vida
“Altera las condiciones de vida de las personas debido a que la comezón intensa va dejando lesiones y poniendo la piel gruesa, dura, roja y con el tiempo puede cambiar a un color blanco o marrón”, señaló.
Dijo que sus señales de alertas son la comezón y luego enrojeciento y erupciones y cuando se vuelve más crónica, fruto del rascado, convierte la piel en gruesa.
Durante la noche, agregó, la picazón altera la calidad del sueño porque la persona no descansa, aunque tome medicamento, al punto que sangran fruto del rascado, y entonces rinden menos en sus estudios y trabajo.
A lo que se suma, dijo la especialista, que por no mostrar la piel, a veces las personas tienden a quedarse en sus casas.
Por edad
La doctora Mayén explicó que de acuerdo a la edad, en lactante se ven las lesiones en la mejilla, cara externa de los brazos; en la adolescencia empieza a afectar los pies, la cara, detrás rodilla y brazos, y en la adultez, afectan mayormente el cuello, la cara, pero mayormente en las manos.
El 20% de los adultos presentan lesiones en las manos, lo cual se incrementó con el COVID por el uso del alcohol y jabón en el lavado constante de manos, se ha incrementado más.
Sepa más
Recomendaciones
Explica que para prevenir, si hay una historia en la familia de personas con la condición como asma, conjuntivitis alérgica, las alérgicas alimentarias, entre otros, el niño requeriría cuidados diferentes de la piel, evitando contacto de texturas irritantes, olores y colores fuertes, usar un jabón que no tenga muchos químicos y de inmediatamente suda cambiarse la ropa.
Además, aconseja que ante los primeros signos de enrojecimiento y comezón constante, llevarlo a consulta especializada en dermatología.