«Hay que ser muy precavidos con las predicciones sobre el futuro», dijo en rueda de prensa el director de OMS-Europa, Hans Kluge, quien insistió en que la prioridad ahora mismo es proteger a los grupos vulnerables y al personal sanitario, así como minimizar los trastornos en la economía y las escuelas.
Kluge recordó que el coronavirus ha sorprendido «más de una vez» y que «no es buena idea» hacer previsiones, además de destacar que el objetivo fundamental para este año es «estabilizar la pandemia».
La responsable de emergencias de OMS-Europa, Catherine Smallwood, apuntó en la misma comparecencia que «no estamos en ese punto de la pandemia» y que su evolución dependerá mucho «de las acciones que tomemos de forma colectiva en Europa y en todo el mundo».
Más de 7 millones de nuevos casos han sido registrados en la región que comprende a 53 países de Europa y Asia Central en los primeros siete días del año, el doble que dos semanas antes, señaló la OMS, aunque los índices de mortalidad se mantienen estables y son más altos donde es mayor la incidencia y menor la tasa de vacunación.
Kluge mostró su preocupación por el impacto de ómicron en los países del Este, donde el porcentaje de población vacunada es menor, y recordó que las vacunas continúan proporcionando «buena protección» contra los casos severos y muerte.
El director de OMS-Europa insistió en la importancia de mantener abiertas las escuelas para el bienestar mental, social y educacional de los niños y que deberían ser el último lugar en cerrarse y el primero en reabrir.
Asegurar una buena ventilación, higiene de manos y el uso de mascarillas, así como incluir a profesores y otro personal escolar entre los grupos prioritarios para recibir la vacuna y la dosis de refuerzo deben ser aspectos centrales, según la OMS.