Pese a la sequía que azota al país, en parte del Gran Santo Domingo abundan las fugas que se evidencian con el derrame de agua potable, mientras las autoridades aseguran que combaten ese problema.
En la avenida Abraham Lincoln hay dos fugas: una en la dirección sur norte, cerca de la calle Héctor Incháutesgui Cabral y otra en la misma dirección a 150 metros de la John F. Kennedy.
Otra fuga reportada a Diario Libre está en la calle Biblioteca Nacional, cerca de la Gustavo Mejía Ricart, donde hace tiempo existe un botadero de agua. Aquí la gente ni usa la acera debido a que por la fuga se han formado lamas resbaladizas.
Desde hace más de un año brota agua en la acera sur de la calle Max Henríquez Ureña, entre la avenida Abraham Lincoln y la Federico Geraldino y ni hablar de la ruptura de un tubo en la calle Rafael A. Bonnelly. También se desperdicia agua en la avenida Núñez de Cáceres entre la Guarocuya y Presa de Valdesia.
Cada vez que se envía agua a esas zonas se desperdicia, situación que preocupa a residentes y usuarios de las vías que reportan a Diario Libre los casos para que las autoridades los solucionen.
El director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), Alejandro Montás, informó que fueron creadas 10 brigadas adicionales de emergencia para corregir fugas y averías.
“Los niveles de solución a esos problemas han subido vertiginosamente, no podemos permitir que se derrame ni una sola gota de agua y mucho menos las redes nuestras de las que estamos pendientes. Estamos en contacto con las juntas de vecinos y los comunitarios para dar respuesta inmediata”, dijo Montás.
Informó que el año pasado corrigieron 20,000 fugas y averías y los años anteriores solo se solucionaban entre 5,000 y 7,000. Destacó que la CAASD cuenta con un gran plan de recuperación de su caudal de agua.
