La población adulta no escapa al riesgo de contraer la difteria en medio del brote de la enfermedad infecciosa aguda que en lo que va del año ha afectado a por lo menos 11 niños en diferentes comunidades del país con una muy alta mortalidad.
Este riesgo se da, porque para garantizar la inmunización completa, además de las cinco dosis que se deben colocar a los niños antes de los seis años, se recomienda colocarse un refuerzo cada 10 años, lo cual por lo general no se hace en el país.
La advertencia fue hecha por la infectóloga Virgen Gómez, quien preside la Comisión Nacional para la Eliminación del Sarampión, Rubeola y Síndrome de Rubeola Congénita.
Dijo que la muerte en lo que va de año de unos 10 niños de 11 que han sido atendidos en el hospital Infantil Robert Reid Cabral se debe a que los menores están llegando en condiciones muy tarde al centro, cuando ya el tratamiento no hace el efecto esperado y hacen complicaciones severas, no a que el hospital no le esté dando la atención requerida.
Señaló que esos casos indican que los menores no completaron su esquema de vacunación, que es de tres dosis antes de cumplir los seis meses de nacidos, un refuerzo al año y medio y otro refuerzo antes de los seis años.
Dijo que la mayoría de los niños que han llegado al hospital son de más de cinco años, lo que evidencia que no recibieron el esquema completo de la vacuna contra la difteria, el tétanos y tosferina.
Debilidades: 15% no completa esquema
En su opinión hay varias razones por la que los niños no cumplen los esquemas de vacunación, que están vinculadas a que los padres le aplican las primeras dosis y luego no vuelven al puesto de vacunación; van al puesto y no tienen la vacuna ese día o van al puesto después de la fecha prevista y el personal no se la coloca porque ya le pasó el tiempo.
Dijo que eso hace que cada año el 15% de los niños que se tienen que vacunar no completan su esquema de vacunación, lo cual se incrementó en el 2020 fruto de la pandemia porque la gente por miedo no iba a los puestos de vacunación, a lo que se suma que la mayoría del personal ha sido destinado a aplicar la vacuna contra el Covid.
La nariz y la garganta
La difteria es una infección aguda producida por una bacteria, que afecta mayormente la nariz y la garganta, y se manifiesta con dolor de garganta y ronquera, la colocación de una membrana gruesa y de color gris que recubre la garganta y las amígdalas, agrandamiento de los ganglios linfáticos del cuello, dificultad para respirar o respiración rápida, secreción nasal, fiebre, escalofríos y malestar general.
Entre los factores de riesgos que conllevan al surgimiento de casos de difteria se encuentran la falta de vacunación, ambientes de hacinamiento y de poca higiene.
Gotitas respiratorias
Los signos y síntomas de difteria comienzan, generalmente, de dos a cinco días después de contraer la infección con la bacteria denominada Corynebacterium diphtheriae, que se propaga a través de las gotitas respiratorias, como las que se producen con la tos o los estornudos, de una persona infectada o de alguien que tenga la bacteria pero que no tenga ningún síntoma.
Otras enfermedades
Gómez llama a crear conciencia sobre la necesidad de completar los esquemas de vacunación y señaló que fruto a la debilidad en la vacunación, además de difteria en lo que va del año el hospital Infantil Robert Reid Cabral ha recibido casos de edema pleural fruto de neumonía por neumococo, tres casos de tétanos y algunos casos de meningitis.
Recordó que la difteria se transmite de persona a persona, por lo que se impone intervenir las comunidades donde se han detectado casos y vacunar a toda esa población.