Jones por el primer lugar en la gimnasia de EE.UU

Aquí galería de fotos

Shilese Jones podría haberse mudado hace un año. Hay una beca de gimnasia esperándola en la Universidad de Florida cuando quiera.

Solo Jones no podía dejar pasar la oportunidad de participar en los Juegos Olímpicos.

No cuando quedaban tantos asuntos pendientes, asuntos que le prometió a su padre Sylvester que trataría de resolver antes de que falleciera en diciembre pasado luego de una larga lucha contra la enfermedad renal.

Jones se mudó de Ohio al área de Seattle en enero para entrenar y estar más cerca de su familia.

El aliento de amigos como la campeona mundial de 2005 Chellsie Memmel la animó. El apoyo de su familia la fortaleció. Durante los últimos ocho meses, las piezas comenzaron a encajar.

El viernes por la noche, con su madre y su hermana en las gradas y una sonrisa de acero que rara vez flaqueaba, la serena y confiada joven de 20 años mostró un atisbo de lo que aún podría ser.

Impulsado por una serie brillante en barras asimétricas para comenzar la competencia, Jones tomó la delantera en el Campeonato de EE. UU. en el tipo de actuación que hizo estrellas que durante tanto tiempo pareció estar fuera del alcance de la mano.

Ya no. Su total general de 57.200 le dio a Jones una ventaja saludable sobre Konnor McClain de cara a la final del domingo y validó su decisión de seguir adelante incluso cuando se enfrenta a una pérdida impensable.

Galería de fotos

“He estado soñando con eso y sabía que era posible”, dijo Jones. «Todo es posible.»

Limitado en el entrenamiento recientemente por una lesión en el dedo del pie, Jones no parecía intimidado por el escenario o lo que estaba en juego en la exhibición nacional anual.

Ella no fue la única. Con la campeona olímpica Sunisa Lee, que está esperando un año más antes de volver al nivel de élite después de su triunfo en Japón el verano pasado, observando desde una mesa cercana y con la estrella Simone Biles en año sabático, el encuentro ofreció una prueba de que los estadounidenses aún deberían estar en buenas manos. en los campeonatos mundiales este otoño en Liverpool, Inglaterra.

McClain, una joven de 17 años que creía que era «la gimnasta más basura de la historia» mientras luchaba en 2021, mostró su nueva confianza extraída de lanzarse a sus rutinas en el gimnasio de Dallas dirigido por Valeri Liukin, padre del campeón olímpico de 2008. Nastia Liukin. Los 14.800 de McClain en la viga, la más alta del mundo en el evento en 2022, la impulsaron a 56.400.

“Siento que definitivamente podría tener una buena noche y aún podría arreglar algunas cosas en los bares”, dijo. “Era la primera vez que hacía esa rutina, así que no puedo ser demasiado duro conmigo mismo”.

Al igual que Jones, McClain ha estado tratando de encontrar una manera de navegar a través de la tragedia. Perdió a su padre y a su abuela por el COVID-19 con una semana de diferencia el invierno pasado. Recientemente se obligó a retirarse de las redes sociales, cansada de lo que encontraría en sus menciones.

“Siento que realmente solo quería concentrarme en los campeonatos y llegar aquí y (Twitter) realmente me estresaba más y me estresaba más”, dijo McClain.

Apenas pareció molestarse mientras terminaba por delante de un par de atletas olímpicos que intentaban lograr la rara combinación de competir en los niveles de élite y universitarios simultáneamente.

Jordan Chiles, medallista de plata en Tokio el verano pasado que ingresa a su segundo año en UCLA, está en tercer lugar en su primera competencia de élite en un año. Los fanáticos gritaron cuando la presentaron y ella devolvió el apoyo con una actuación que apenas parecía oxidada. En todo caso, encontrarse mirando hacia arriba en el marcador a alguien que no sea Biles y Lee ofreció una prueba de que los estadounidenses todavía tienen uno de los programas más profundos.

El encuentro es el primer campeonato nacional con el nuevo equipo de liderazgo de la organización encabezado por la líder estratégica Alicia Sacramone Quinn y Memmel, el líder técnico. Frente a una multitud considerable con la oportunidad de salir de la considerable sombra proyectada por Biles y Lee, los seis mejores estadounidenses apenas parecían nerviosos.

Jones especialmente. Al final.

“Ella vino aquí y lo sacudió”, dijo Quinn. “Y creo que tiene que ser un gran impulso de confianza para que ella personalmente pueda, ya sabes, superar esa adversidad (de un dedo del pie lesionado) y realizar una gran actuación que la tendrá, creo, realmente sintiéndose orgullosa de sí misma y lista para el segundo día”.