La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, prometió el sábado trabajar para eliminar los impuestos sobre las propinas que reciben trabajadores de restaurantes y otros empleados del sector servicios, igualando una promesa que hizo su rival en los comicios de noviembre, Donald Trump, en un inusual caso de sincronía entre los dos bandos.
Harris hizo su anuncio en un mitin en el campus de la Universidad de Nevada, Las Vegas, donde la economía depende mucho de las industria hostelera y de entretenimiento. Trump prometió prácticamente lo mismo en su propio mitin en la ciudad en junio, aunque era improbable que ni él ni Harris pudieran cumplir esa promesa por completo sin la intervención del Congreso.
“Mi promesa a todos los que están aquí es que, cuando yo sea presidenta, continuaremos nuestra lucha por las familias trabajadoras en Estados Unidos”, dijo Harris. “Eso incluye subir el salario mínimo y eliminar los impuestos sobre las propinas para trabajadores de hostelería y servicios”.
Trump respondió en sus redes sociales poco después, con una publicación sobre que Harris “acaba de copiar mi política de CERO IMPUESTOS A PROPINAS”.