Beneficios: Refuerza las abdominales y la zona lumbar protegiendo la columna Mejora el tono muscular abdominal y lumbar y ayuda a prevenir y aliviar el dolor de espalda ¿Cómo hacerla? Empieza arrodillada con las manos debajo de los hombros y las rodillas un poco más anchas que las caderas para dejar espacio para el bebé.
Mantén los codos un poco flexionados y las palmas de las manos abiertas para ganar estabilidad. Presiona la parte superior de los pies contra el suelo. Mantén la columna en posición neutral, sin arquearla, y activa las abdominales. Presiona los dedos del pie derecho contra el suelo y deslízalos hacia atrás empujando desde el talón.
Eleva la pierna a una altura que te resulte cómoda, no más alta que los hombros, y mantén la columna en posición neutral. Trabajando las abdominales y sin mover las caderas, extiende el brazo izquierdo hacia delante a la altura de los hombros.
Mantén la posición durante una o dos respiraciones y vuelve a la posición inicial (a cuatro patas). Coordina el movimiento con la respiración. Si tienes molestia en las rodillas puedes colocar una manta doblada encima de tu esterilla.