Autoridades en Australia decidieron abandonar una matanza de tiburones que tenía por fin proteger a los bañistas después de que una agencia oficial ecologista objetara contra la medida.
Los expertos en medio ambiente advirtieron que el sacrificio indiscriminado de los animales estaba poniendo en peligro la sobrevivencia de los tiburones que pueblan las aguas occidentales del país.
El gobierno del estado de Australia Occidental anunció que a partir de ahora los esfuerzos se centraran en sacrificar únicamente los tiburones que presenten una amenaza y añadió que algunas playas son inseguras.