Una familia desgarrada por el dolor y una comunidad indignada es la situación que ha quedado con el asesinato de la joven Rocío Arias, de 21 años de edad, en la localidad Cruce de Ocoa, ocurrida el pasado miércoles 21, cuando salía de su trabajo.
Rocío era madre soltera, pero tenía una niña de 6 años de edad. Sus sueños eran de progreso, de prepararse y hacerse profesional en una carrera universitaria, cuenta compungida por el dolor su madre, Doris Cuevas.
Ella había conseguido trabajo hacia dos días, antes de su muerte, en una banca de lotería, para cubrir los gastos de ella, de su bebé y ayudar a su madre Doris, donde vivía, con los gastos de la casa.
Ese miércoles terminó su trabajo, como el día anterior, a las 9:00 de la noche. Cerró la banca, ubicada en la entrada del Cruce del Cruce de Ocoa para dirigirse a su casa, en el sitio conocido como “La Güinza, pero no llegó a su hogar. Unos desconocidos la raptaron, la introdujeron a unos matorrales a orillas de la “carretera nueva”, próximo al sitio conocido como “El Manguito, la violaron y la estrangularon.