La imagen colocada arriba muestra a una cucaracha atrapada con sus propias heces, indicado por la flecha. Para la ciencia, el hallazgo, recuperado de los ricos depósitos de ámbar de Myanmar, tiene 99 millones de años. Las heces de cucarachas son bastante comunes en las muestras de ámbar (al igual que las heces de las termitas, que son hexagonales en lugar de en forma de gránulos), pero es raro encontrar especímenes en los que tanto el depósito como el depositante se conserven juntos, reporta la revista de ciencia ScienceMag.
En un nuevo estudio, publicado este mes en The Science of Nature-Naturwissenschaften , los investigadores observaron mucho más de cerca las heces que la mayoría de los científicos. Su escatología valió la pena: encontraron granos de polen bien conservados, lo que se suma a la evidencia de que las cucarachas eran importantes polinizadores de cícadas, los que produjeron la savia que atrapó a esta desafortunada criatura, un pariente de las cucarachas de hoy. También encontraron protozoos y bacterias en la caca que se parecen mucho a los microorganismos presentes en las tripas de termitas y cucarachas hoy en día, lo que sugiere que la simbiosis entre insectos y microbios intestinales se remonta a casi 100 millones de años, si no más.
Los científicos esperan que el hallazgo anime a otros investigadores ambarinos a vigilar no solo a los animales atrapados dentro, sino también a sus excrementos.
Fuente: Diario Libre