Nueva York, EE.UU.- Un fármaco anticoagulante de uso generalizado, dabigatrán, frena el desarrollo del alzheimer en ratones transgénicos diseñados para enfermar rápidamente. Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), en colaboración con la Universidad Rockefeller de Nueva York, han comprobado cómo tras un año de tratamiento con el anticoagulante los ratones no perdían memoria ni se alteraba su riego sanguíneo. Y en conjunto, los ratones tratados tenían reducidas un tercio las características patológicas del alzheimer.
Un fármaco anticoagulante de uso generalizado, dabigatrán, frena el desarrollo del alzheimer en ratones transgénicos diseñados para enfermar rápidamente. Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), en colaboración con la Universidad Rockefeller de Nueva York, han comprobado cómo tras un año de tratamiento con el anticoagulante los ratones no perdían memoria ni se alteraba su riego sanguíneo. Y en conjunto, los ratones tratados tenían reducidas un tercio las características patológicas del alzheimer.
A principios del siglo XX, Alois Alzheimer ya la describió como una enfermedad vascular y nos habíamos olvidado”
“A principios del siglo XX, Alois Alzheimer ya la describió como una enfermedad vascular. El daño neuronal se descubrió más tarde. Y nos habíamos olvidado de esta faceta, que el alzheimer también es una enfermedad vascular”, apunta Valentí Fuster, uno de los autores de la investigación y director del CNIC.
El resultado en ratones no significa que ya se pueda utilizar para alzheimer este medicamento. Con dabigatrán se tratan millones de personas que necesitan anticoagulantes y a los que no les van bien los clásicos, como el Sintrom. “Ahora tenemos que ratificar los resultados en otros animales mayores, pero el paso a humanos no debería ser muy largo ya que es un medicamento bien conocido”, explica la primera autora, la neurocientífica Marta Cortés. El estudio se publica en la revista Journal of the American College of Cardiology (JACC).
La relación inversa entre la salud vascular del cerebro y la demencia se observa desde hace años en estudios epidemiológicos: por ejemplo, pacientes con fibrilación auricular que toman anticoagulantes de forma continuada tienen menos demencias que la media.
Fuente: La Vanguardia