Ambar ha presentado este miércoles en Madrid un estudio científico que asegura que su cerveza Ambar 0,0 mejora la absorción de insulina en los diabéticos del tipo 2 que además sufren sobrepeso u obesidad. Los resultados han sido publicados por la revista Clinical Nutrition.
Según el estudio, la sustitución de la maltosa —azúcar habitual en la cerveza convencional— por la isomaltulosa y la suma de la maltodextrina —una fibra presente en el almidón— consiguen resolver “la pieza pendiente en el puzle”, como llama Rocío Mateo Gallego, investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón, a los hidratos de carbono; la principal preocupación médica para los pacientes con este tipo de diabetes.
Los diabéticos del tipo B o Diabetes Mellitus Tipo2 (DMT2) se caracterizan por tener un exceso de azúcar en sangre, lo que suele derivar en obesidad y sobrepeso por lo que se aconseja seguir una dieta baja en hidratos, prohibiendo el alcohol y restringiendo la cerveza tradicional. En España el 13,8% de los mayores de 18 años la sufre y cada año se diagnostican más de 386 mil nuevos casos, según di@bet.
La clave es “la fibra añadida”
El doctor en Medicina y Cirugía Fernando Civeira afirma que el estudio perseguía si debían prohibir o no la cerveza. Reitera la idea de ver los alimentos como “algo que da placer y que nos tiene que dar salud” y de ahí que se llevara a acabo el estudio. “El alimento que no lo haga está condenado a desaparecer”, sentencia.
Los resultados demuestran que Ambar 0,0 provoca que los hidratos se absorban más lentamente, mejorando los niveles de insulina, por lo que “no hay ningún motivo para prescindir ella”. El grupo de científicos creen que la clave “está detrás de la fibra añadida”, como plantea Civeira.
Otra de las consecuencias de esta cerveza en el mercado desde 2015 es la mayor sensación de saciedad. De esta forma ayuda a combatir el exceso de peso que tienden a sufrir los diabéticos. Sin embargo, Civeira afirma a 20Minutos no ser “significativa, pero no es incompatible”.
Una muestra de 42 pacientes tomaron “dos cervezas 0,0 al día con las principales comidas”, explica Mateo-Gallego. Además de seguir una dieta específica tomaron durante diez semanas la cerveza Ambar 0,0 para después descansar de seis a ocho semanas y volver a tomar por el mismo tiempo una 0,0, de una marca de la competencia. Entre medias se les realizaron diferente mediciones y pruebas para ver la evolución.
“Todos desconocían las marcas hasta que tuvimos los resultados, quitamos el etiquetado y cambiamos hasta el color del tapón”, explican para resaltar la fiabilidad de los datos. Los que confirmaron su hipótesis: Ambar 0,0 era compatible para estos pacientes.
Todo comenzó cuando desde la empresa cervecera notaron “que la gente miraba mal a los hidratos de carbono”, asegura Antonio Fumanal, maestro cervecero de Ambar. Por eso contactaron con Biopolis, “la primera spin-off del CSIC”, en palabras de Carles Palanca, doctor en bioquímica y biomedicina por la Universidad de Valencia. Sus estudios con el gusano C. Elegans fueron el punto de partida para convertir a la Ambar 0,0 en “la primera 0,0 con un valor nutricional indiscutible”.
Fuente: https://www.20minutos.es