A partir de mañana, el Gobierno volverá a ajustar la tarifa eléctrica. Será de 9 % para los clientes residenciales que consuman hasta 300 kWh y de 7.6 % para los pequeños comercios, que juntos representan alrededor del 80 % de los usuarios regulados por las empresas distribuidoras de electricidad.
La medida es parte del desmonte gradual y trimestral que se hace al subsidio eléctrico con miras al 2026.
En términos monetarios, a los clientes residenciales que consuman entre 0 a 300 kilovatios hora, el ajuste significa un incremento, en promedio, de 115.03 pesos en comparación con la tarifa establecida en el trimestre que culmina hoy, informó la Superintendencia de Electricidad (SIE).
Aunque el ajuste impacta las finanzas familiares, la SIE indicó que debió ser mayor: de entre 12 y 30 % para los clientes residenciales, tomando en cuenta los altos precios vigentes de los combustibles y los commodities.
Pero para las residencias (BTS-1) que consumen entre 301 y 701 kWh o más, debió ser entre -6 y 2 %, pero el ajuste se fijó en 7.6 %. Por igual pasó con los pequeños comercios (BTS-2), que debió ser entre -6 y 6 %, en cambio se fijó también en 7.6 % en todos los rangos, para poder alcanzar la meta del subsidio y lograr el desmonte en el tiempo estipulado, explicó la SIE.
A nivel general, al no aplicarse el ajuste real en los casos en que debió ser mayor el alza, el Gobierno deberá asumir un subsidio mensual de 2,426.73 millones de pesos para los próximos tres meses.
Para el trimestre abril-junio tampoco se aplicó el ajuste real. Para ese periodo la SIE aumentó 10.4 % a la tarifa eléctrica para los clientes residenciales en general, sin embargo, la realidad, dada por los precios internacionales de los combustibles, es que debió ser de 26.6 %, explicó la SIE.
El subsidio que debió ser para ese entonces de 1,683.53 millones de pesos mensuales se calculó en 2,194.26 millones de pesos.
¿Por qué sube la tarifa?
Desde noviembre del año pasado, la SIE establece por resolución las tarifas de transición que regirán cada trimestre por tipo de clientes y rangos de consumo del servicio energético, con el objetivo de desmontar de manera gradual hasta 2026 el subsidio a la tarifa eléctrica, en el marco del Pacto Eléctrico.
Para calcular dicha tarifa se toman en cuenta factores como los precios de los combustibles y commodities, que se han disparado por la pandemia y la invasión rusa en Ucrania.
Los criterios de los costos considerados para el más reciente cálculo abarcan febrero-mayo del presente año. Cuando en enero la tonelada de carbón costaba 139.61 dólares, a abril había subido a 297.14 dólares. El fuel oil estaba a inicio de año a 63.06 dólares el barril y subió a 95 dólares al cierre del cuatrimestre.
El año pasado, correspondía a carbón el 30.7 % de la generación total del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) por fuente de energía y 12.8 % el fuel oil #6, reporta el Organismo Coordinador del SENI.
“Este incremento en los precios de los combustibles altera el ajuste (a la tarifa eléctrica); va más allá del ajuste que teníamos que hacer trimestralmente”, argumentó la SIE. Sin embargo, observó que el ajuste general en el trimestre julio-septiembre será de 4.5 % y en el actual es de 14.0 %.
Mediante la resolución SIE-061-2022-TF, la Superintendencia de Electricidad establece, por ejemplo, que los clientes finales BTS-1 (residencial) que consuman hasta 200 kWh pagarán 105.88 pesos más en su factura, si se compara con el trimestre actual.
Para los pequeños comercios, el ajuste, en promedio, representa un alza de 152.52 pesos para el consumo entre 0 y 300 kWh.