En Caunedo, un pueblo de 42 habitantes incrustado en el Parque Natural de Somiedo, Daniel Suárez tuvo que hablar con el alcalde para que pusieran fibra óptica. Esto fue antes de Zapiens, su start-up, cuyo software de inteligencia artificial utilizan clientes como Microsoft, Vodafone o Ikea, operara desde los valles asturianos, donde abundan las vacas y el verdor de los prados, pero no el emprendimiento tecnológico.