El número oficial mundial de muertes por COVID-19 está a punto de superar los 6 millones, lo que subraya que la pandemia, ahora en su tercer año, está lejos de terminar.
El hito es un recordatorio trágico de la naturaleza implacable de la pandemia, incluso cuando las personas se están quitando las mascarillas, los viajes se están reanudando y las empresas están reabriendo en todo el mundo.
Según la Universidad Johns Hopkins el domingo en la mañana había 5.996.882 muertos y se esperaba que superara la marca de 6 millones.
La cifra supera a las poblaciones de Berlín y Bruselas juntas.
Las islas remotas del Pacífico, cuyo aislamiento las había protegido durante más de dos años, ahora están lidiando con sus primeros brotes y muertes, alimentados por la contagiosa variante ómicron. Hong Kong, que está experimentando un aumento vertiginoso de las muertes, está evaluando a toda su población de 7,5 millones tres veces este mes.
A pesar de su riqueza y disponibilidad de vacunas, Estados Unidos se acerca a 1 millón de fallecimientos.
Las tasas de mortalidad en todo el mundo siguen siendo más altas entre las personas que no están vacunadas contra el virus, dijo Tikki Pang, profesor visitante de la facultad de medicina de la Universidad Nacional de Singapur y copresidente de la Coalición de Inmunización de Asia Pacífico.
“Esta es una enfermedad de los no vacunados. Mira lo que está sucediendo en Hong Kong en este momento, el sistema de salud está abrumado”, dijo Pang, exdirector de política de investigación y cooperación de la Organización Mundial de la Salud.
A pesar de la enormidad de la cifra, el mundo sin duda alcanzó su muerte número 6 millones hace algún tiempo.
El mantenimiento de registros y las pruebas deficientes en muchas partes del mundo han llevado a un recuento insuficiente de los contagios y las muertes por coronavirus, además de un exceso de muertes relacionadas con la pandemia pero no por infecciones de COVID-19, como personas que murieron por causas prevenibles pero no pudieron recibir tratamiento porque los hospitales estaban llenos.
Un análisis del exceso de muertes realizado por un equipo de The Economist estima que el número de decesos por COVID-19 está entre 14 millones y 23,5 millones.
México ha informado 300.000 muertes, pero con pocas pruebas, un análisis del gobierno de los certificados de defunción sitúa el número en casi 500.000.