La capital de Chile despertó este lunes “en calma“, en la primera jornada laboral desde que se radicalizaran las protestas sociales, con sólo una línea de metro abierta y servicios de autobuses subsidiarios para tratar de que los ciudadanos acudan a sus trabajos con normalidad.
Así se expresó el general de división Javier Iturriaga, encargado de la seguridad en Región Metropolitana desde que se decretara el estado de emergencia, que habilitó el uso de las Fuerzas Armadas para controlar la violencia surgida en Chile en el marco de una protesta ciudadana por la desigualdad.
“Ha sido un despertar lento de la ciudad, en calma, en paz, lo que nos tiene muy tranquilos pero al mismo tiempo estamos muy alertas para solucionar cualquier inconveniente que pudieran provocar algunos desadaptados“, dijo Iturriaga a la prensa después de realizar sobrevolar la ciudad para ver la actividad en las primeras horas de este lunes.
A las 6:00 hora local de hoy (9:00 GMT) se levantó el toque de queda que rigió durante toda la madrugada y parte de la tarde y la noche del domingo.
Después de que el servicio de metro permaneciese cerrado desde el viernes, esta jornada abrió una de sus líneas, y se habilitaron servicios especiales de autobueses para facilitar en la medida de los posible que los santiaguinos puedan llegar a sus puestos de trabajo.
Desde primera hora de la mañana se pudo ver a amplios grupos de gente esperando la apertura de algunas paradas de metro y apostada en los paraderos de autobuses.
El tráfico transitaba lento por algunas arterias, pero sin complicaciones excesivas,.
Para evitar mayores aglomeraciones ante un transporte público bajo mínimos, se suspendieron en las clases en los colegios y muchas universidades.
Además, desde el Ministerio de Trabajo se pidió “flexibilidad“ a los empleadores ante posibles retrasos de sus trabajadores.
“Somos conscientes de que la ciudad está despertando lentamente y tenemos todas las fuerzas necesarias ante cualquier desmán que pudiera producirse“, dijo Iturriaga, que pidió tranquilidad a la población y que se dirija a sus trabajos y a sus actividades normales.
Preguntando por las palabras que este domingo pronunció el presidente de Chile, Sebastián Piñera, quien dijo que Chile está “en Guerra“ contra un enemigo muy poderosos, en relación a los violentos que están causando los desmanes, el general Iturriaga dijo que él es “un hombre feliz“ y que no está en guerra con nadie.
También se refirió a los grupos de autodefensas armados con palos que se han organizado en algunas comunas para proteger sus casas y comercios de la acción de los violentos, señalando que no es lo que quiere y que sus efectivos hacen lo posible por llegar a todos los rincones de la ciudad.
“Cuando hay un exceso de violencia que lo provoca, una parte muy menor de la población, indudablemente que provoca tensión y ansiedad en los vecinos y por supuesto que no queremos que la población se defienda por sí misma; nosotros somos los responsables de ofrecer esa protección y estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para llegar a todos los rincones de la ciudad“, expresó.
Grupos violentos han radicalizado una protesta social contra la desigualdad, que se ha cobrado hasta el momento diez muertos y que han sembrado de terror las calles de cada vez más lugares del país, con barricadas, incendios y saqueos.
Fuente: EFE