SANTO DOMINGO. -El jefe de la campaña que llevó al poder al presidente Luis Abinader en el 2020, Roberto Fulcar, dijo este lunes que está listo para reiniciar las actividades políticas, luego de que a principios del 2022 una grave afección grastrointestinal le obligó a someterse a 2 operaciones simultáneas en el Massachusetts General Hospital, en Estados Unidos.
El exministro de Educación y alto dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) ofreció detalles de su enfermedad y del proceso de curación, durante una rueda de prensa en la que estuvo acompañado de su familia y de parte de su equipo médico de cabecera, encabezado por el doctor Sócrates Bautista, cardiólogo y especialista en las enfermedades infecciosas.
“Nos alegra ver que el doctor Roberto Fulcar ha recuperado su salud y podrá llevar una vida plena”, dijo Batista, , pasado director de gastroenterología de CEDIMAT.
Al encuentro con los periodistas asistieron, también, dirigentes políticos, decenas de diputados, alcaldes, funcionarios públicos y líderes sociales que fueron a respaldarlo y que se mantuvieron en contacto directo siempre durante su proceso de curación, durante el cual fueron realizadas misas y otros actos religiosos para pedir por su salud.
El dirigente político que actualmente se desempeña como ministro sin cartera del gobierno del presidente Abinader, dijo que ha sido motivado a reintegrarse a las actividades políticas por miles de compañeros y amigos que esperan y confían en él para alcanzar sus metas.
«Estoy vivo gracias a Dios, la ciencia y las oraciones», manifestó.
Explicó que los médicos determinaron que la parte emocional, producto del estrés a que estaba sometido en el ejercicio de sus funciones como ministro de Educación, fue el factor determinante que no permitía la curación de la enfermedad, que le mantuvo varios meses fuera del país y de la actividad política.
Narró que su problema de salud se agudizó a principios del año pasado debido a una gastritis que “no lo dejaba vivir tranquilo ni en paz” con terribles molestias que combinaba dolor intestinal, cólicos, recurrente sensación de ir al baño, incontinencia al evacuar y una pérdida de peso de al menos 50 libras.
Contó que, para descartar otros orígenes le aplicaron procedimientos como endoscopía y colonoscopía.
“El equipo de médicos que me trataba, llegó a la conclusión de que la parte emocional era un factor importante que no permitía la curación definitiva de la enfermedad, ya que no tenía reposo físico y estaba muy estresado”, dijo.