Cientos de simpatizantes del presidente boliviano Luis Arce salieron el jueves a manifestarse en La Paz tras el fallido golpe militar de la víspera que sumó al país en la incertidumbre y el caos político.
El principal punto de concentración de los manifestantes se ubicó en la carretera que une La Paz con la vecina ciudad de El Alto, donde más de un centenar de personas mantenían la ruta cortada. También otra carretera que vincula a La Paz con el resto del país estaba bloqueada por manifestantes que colocaron llantas. En el resto del país no se reportaron protestas.
No obstante, las actividades del comercio, la banca, las estaciones de venta de combustible y los colegios se desarrollaban con normalidad.
Por su parte, el cabecilla de la acción militar, el general del Ejercito Juan José Zúñiga, y una decena de mandos militares continuaban en celdas policiales a la espera de ser imputados por el delito de alzamiento armado.
Pero en las calles todavía parecía flotar la duda sobre lo ocurrido la tarde del miércoles cuando al mando de tanques y soldados armados Zúñiga tomó por asalto el palacio presidencial en La Paz en lo que el gobierno llamó un “fallido golpe de Estado”.