El gobernador de Puerto Rico anunció el jueves cambios moderados en las medidas actualmente implementadas para frenar la propagación del COVID-19 al señalar que el número de contagios y hospitalizaciones en el territorio estadounidense han disminuido ligeramente.
Un toque de queda que ha estado vigente por casi un año fue acortado y pronto será establecido solo de la medianoche a las 5:00 de la mañana, mientras que los negocios en breve podrán operar una hora adicional, hasta las 11:00 de la noche.
El gobernador Pedro Pierluisi dijo que las nuevas medidas estarán en vigor del 8 de febrero al 14 de marzo.
“Los cambios son pocos, pero justos y necesarios”, sostuvo. “Seguimos siendo sumamente prudentes”.
Pierluisi reiteró además que planea autorizar la apertura de docenas de escuelas públicas el próximo mes, la primera vez que ocurre en un año, pese a la crítica de algunos padres de familia y un sindicato docente a los que les preocupa que el gobierno no esté preparado.
La isla de 3,2 millones de habitantes ha reportado más de 157.500 casos confirmados y sospechosos de coronavirus y más de 1.850 muertes por COVID-19.
Puerto Rico ha vacunado a más de 250.000 personas, y las autoridades anunciaron recientemente que este mes vacunarán sólo a la población de 65 años o más. La isla recibe cerca de 41.000 dosis por semana y ha solicitado un incremento en los envíos.