La gobernadora de Puerto Rico anunció el jueves nuevas medidas estrictas para combatir el COVID-19, que incluyen la cuarentena los domingos y el cierre de los puertos de yates al aumentar los casos y las muertes.
La gobernadora Wanda Vázquez extendió el toque de queda vigente al ordenar el cierre de todos los negocios a las 8:30 de la noche y la prohibición de circular por las calles de 9 de la noche a 5 de la mañana, salvo los que realizan trabajos esenciales. La entrega de alimentos podrá realizarse hasta las 11 de la noche.
Sólo las gasolineras, farmacias, tiendas de alimentos y ferreterías podrán abrir los domingos, y los restaurantes podrán vender comidas para llevar. Se prohibirá la venta de bebidas alcohólicas desde las 5 a.m. del sábado a igual hora del lunes.
Las nuevas medidas regirán del 7 de diciembre al 7 de enero, en lo más alto de la temporada navideña y de turismo. Las playas permanecerán cerradas salvo para hacer ejercicio.
“Tenemos que hacer una pausa para salvar a nuestros viejos principalmente”, dijo Vázquez después de leer los nombres y las edades de los muertos el jueves.
La mandataria advirtió que si los casos y las muertes siguen aumentando, aplicará una cuarentena total, pero dijo que no aprobaba otras recomendaciones de expertos independientes, como la apertura de las playas con ciertos requisitos y el cierre de comercios para que solo vendan online.
La isla de 3.2 millones de habitantes tiene más de 52,000 casos confirmados, más de 41,600 casos probables y más de 1,150 muertes. Más de 100 personas requieren respirador artificial, la cifra más alta desde que comenzó la pandemia. Noviembre fue el mes con mayor número de muertes y al menos un hospital tiene colmada su capacidad.
“Eso no es aceptable para ningún gobierno que valore la vida”, dijo.
El secretario de Salud, Lorenzo González, dijo que se registran más de 500 casos nuevos diariamente, y que las medidas son necesarias porque los trabajadores de la salud están exhaustos.
“Es para darles un respiro”, dijo.
Las autoridades han dicho que esperan el arribo de las primeras de 1 millón de vacunas para mediados de diciembre. Los trabajadores de la salud y ciertos empleados públicos tendrán prioridad.