El Departamento de Policía de Louisville publicó este martes los videos de las cámaras corporales de los agentes que respondieron al tiroteo en el banco donde murieron al menos cinco personas.
Aunque no se muestra en las imágenes difundidas este martes, uno de los agentes recibe un disparo en la cabeza a los pocos minutos de llegar al lugar, mientras otro de sus compañeros es rozado por una bala y busca resguardarse de la lluvia de disparos.
El subjefe del Departamento de Policía Metropolitana de Louisville, Paul Humphrey, mostró los videos e imágenes en un rueda de prensa y felicitó a los agentes que respondieron a la llamada de emergencia dentro del banco.
Los funcionarios recibieron la alerta de un presunto tiroteo en el Old National Bank a las 8:38, hora local, y llegaron al lugar tres minutos después. Ni siquiera habían salido de la patrulla cuando el tirador comenzó a dispararles.
“Retrocedan, retrocedan, retrocedan”, gritó uno de los agentes mientras los disparos retumbaban de fondo.
Una imagen de las cámaras corporales muestran al tirador, de 25 años y empleado del banco, con un rifle en la mano, vestido con jeans, camisa azul y zapatos deportivos, rodeado de cristales rotos en el interior del edificio.
Para ese momento ya le había disparado a numerosas personas dentro del recinto y, según la policía, preparó una emboscada para atacar a los agentes a su llegada.
Para contrarrestar la lluvia de balas, uno de los efectivos policiales saca un rifle del maletero de la patrulla y mientras sube las escaleras escoltado por un funcionario de menor rango y en período de entrenamiento, el atacante acciona su arma.
En ese momento, el agente identificado como Nickolas Wilt recibe un disparo en la cabeza, aunque no quedó registrado en video. El otro efectivo resulta herido en el hombro. Su cámara corporal muestra que cae al piso y luego se pone a cubierto detrás de una jardinera de hormigón al pie de la escalera del edificio.
“El tirador tiene un ángulo sobre ese agente”, dijo en la grabación de video. “Tenemos que subir. No sé dónde está, los cristales le bloquean”.
Un video grabado por un transeúnte al otro lado de la calle, muestra al funcionario yendo y viniendo de un lado a otro de la jardinera, para intentar abatir al pistolero.
Tres minutos después gritó: “¡Creo que lo he derribado! Creo que ha caído. Sospechoso abatido”.
Avanza hacia el interior del edificio y se acerca al perpetrador, que yacía muerto en el suelo.
“Se puede entender el estrés por el que están pasando esos agentes. … Hicieron exactamente lo que tenían que hacer para salvar vidas. Una vez que los agentes llegaron al lugar, no dispararon a ninguna otra persona”, dijo subjefe del Departamento de Policía Metropolitana de Louisville.
Tras los incidentes,el policía Nickolas Wilt fue trasladado a un hospital cercano para ser atendido. Según el jefe médico del hospital de la Universidad de Louisville, doctor Jason Smith, el funcionario seguía en estado crítico pero estable. ,
Dos de los cuatro heridos que seguían ingresados presentaban lesiones que no ponían en peligro su vida, agregó Smith.
El alcalde de Louisville, Craig Greenberg, indicó que era crucial hacer públicas las imágenes porque “la transparencia es importante, más aún en tiempos de crisis.”
La jefa de policía Jacquelyn Gwinn-Villaroel dijo en rueda de prensa que el atacante compró el rifle de asalto AR-15 utilizado en el tiroteo en un concesionario local el pasado 4 de abril.
Armado con el rifle,Connor Sturgeon mató a sus compañeros de trabajo -entre ellos un amigo íntimo del gobernador de Kentucky– mientras retransmitía en directo el ataque.
“Sabemos que esto era un objetivo. Conocía a esas personas, por supuesto, porque trabajaba allí”, dijo Gwinn-Villaroel.
“Se enfrentaron al peligro para salvar y preservar vidas”, agregó. “Detuvieron la amenaza para salvar otras vidas. No dudaron e hicieron lo que se les pedía”.
Este tiroteo se produce sólo dos semanas después de que un ex alumno matara a tres niños y tres adultos en una escuela primaria cristiana de Nashville, Tennessee, a unos 260 kilómetros (160 millas) al sur.
En Louisville, cinco empleados del Old National Bank fueron asesinados: Joshua Barrick, de 40 años, vicepresidente senior; Tommy Elliott, de 63 años, también vicepresidente senior; Jim Tutt Jr, de 64 años, ejecutivo del mercado inmobiliario comercial; Juliana Farmer, de 45 años, analista de préstamos; y Deana Eckert, de 57 años, administrativa ejecutiva.
“Todos nos sentimos conmocionados por esto, asustados y enfadados, y por muchas otras cosas”, dijo Greenberg. “Es importante que nos unamos como comunidad para procesar esta tragedia en particular”.