El nivel salarial en el país, desde hace dos décadas, se ha quedado rezagado con relación a la inflación, lo que ha provocado el deterioro de su participación en la generación de ingresos, debido a que este no ha avanzado conforme lo ha hecho la productividad media.
Así lo explicó el exministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Isidoro Santana, quien señaló que el rezago de los sueldos se atenuó un poco con algunos reajustes que se hicieron en la década pasada, pero que todavía no se recuperaron los niveles medios de salarios que existían antes de la crisis de Baninter en 2003.
Planteó que la situación amerita una política de largo plazo de recuperación de los sueldos, debido a que “el salario no se recupera de golpe, de un día para otro y mucho menos en una circunstancia como las actuales”.
“Hay que ir haciendo los esfuerzos para que cada año se ajusten los niveles de salarios por encima de la inflación, sobre todo de aquellos segmentos que se han quedado rezagados, como una parte de los empleados públicos y algunas ramas de la actividad económica”, consideró Santana.
Desde el 2003 y hasta 2019 el Producto Interno Bruto (PIB) del país creció a una tasa promedio de 5.2 %, de acuerdo a los datos del Banco Central, logrando períodos cuando se expandió más de un 9 %.
No obstante, el exfuncionario advirtió que de tratarse de recuperar el nivel del salario en las actuales circunstancias de pandemia “posiblemente haría más daño que bien”.
Las cifras oficiales evidencian que el sueldo promedio que pagan las empresas y el Gobierno en el país solo les permite a los trabajadores cubrir el 71.3 % de los bienes y servicios contenidos en la canasta familiar nacional.
Recomendó para la recuperación de los sueldos la revisión de la legislación sobre el salario mínimo y las regulaciones sectoriales de sueldos, además de hacer que las empresas puedan competir pagando mejores salarios mediante el desarrollo tecnológico.
De igual forma, el coordinador de la carrera de economía del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), Rafael Espinal, planteó que el salario se ajuste cada año, según el nivel de inflación que registre el país.
“Hay que establecer una política salarial permanente, que el salario aumente en función del incremento del costo de la vida, porque este sube mucho más rápido que los sueldos”, declaró Espinal.
Manifestó que el tema salarial está asociado al valor agregado que tiene en la productividad el trabajador, agregando que mientras el país siga siendo teniendo un nivel educativo bajo, con una inmigración de mano de obra no calificada, el salario expresara esa productividad.
Sin embargo, el catedrático expresó que la productividad nacional ha crecido por encima de la tasa salarial, “lo que quiere decir que el beneficio del crecimiento económico se manifiesta en el capital, la remuneración del capital es mayor que la del trabajo”.