La meningitis es una enfermedad mortal y debilitante que afecta a personas de todas las edades, en todo el mundo. Además, puede ocasionar la muerte en 24 horas y dejar a una de cada cinco personas afectadas, con discapacidad permanente después de la infección.
Este 24 de abril es el Día Mundial contra la Meningitis, enfermedad que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año puede causar 300 mil defunciones a nivel global, y con riesgo de epidemia1. La meningitis meningocócica es una infección bacteriana grave de la membrana que rodea el cerebro y la médula espinal. Hay diferentes bacterias causantes de meningitis que se pueden transmitir persona a persona a través de gotículas de las secreciones respiratorias o de la garganta.
Los síntomas más frecuentes son rigidez de nuca, fiebre elevada, fotosensibilidad, confusión, dolor de cabeza y vómitos. Reconocerlos es clave para brindar el tratamiento antibiótico apropiado lo antes posible, ya que, por ejemplo, en el caso de una meningitis por meningococo, incluso cuando se diagnostica tempranamente y con un tratamiento adecuado, un 5 a 10% de los pacientes fallece, generalmente en las primeras 24 a 48 horas.
Además, una de cada cinco personas sobrevivientes de un episodio de meningitis bacteriana puede quedar con secuelas permanentes como: convulsiones, pérdida auditiva y visual, deterioro cognitivo, discapacidad neuromotora, alteraciones de la memoria y el comportamiento, así como cicatrices y amputaciones de miembros como consecuencia de septicemia meningocócica2.
La doctora Yamile Sandoval, gerente médico de Sanofi Pasteur, señala que la evidencia científica ha demostrado que la vacunación es la estrategia más eficaz para el control y prevención de esta enfermedad. Por ello, resalta la importancia de reforzar los programas de inmunización para proteger a la población, sobre todo en pandemia.