Saldar los compromisos como manda el reloj, no es tan simple como aparenta ser. Detrás, hay un hábito, un esfuerzo, un respeto y una responsabilidad que, en una sola palabra toma el nombre de puntualidad. Ésta es la virtud que más admiro de un ser humano, porque quien llega a tiempo habla muy bien de sí mismo y de la consideración que les tiene a los demás.
La hora del viaje
A quienes adolecen de ser impuntuales, he querido invitarles hoy a un viaje hacia una ciudad fabulosa, pero eso sí, sin retraso. Deben llegar a la hora indicada para que puedan entender cómo es que en ese lugar se mide y se respeta cada milésima de segundo. Con los que estuvieron a tiempo, se emprendió la ruta. Una vez allí, fue posible notar el hábito que les inculcan a niños y a las niñas para que desde la niñez aprendan a darle valor a la puntualidad.
Valores involucrados
Están claros en que ser impuntual no es solo llegar tarde. Es ser irresponsable, irrespetuoso, y por si fuera poco, es denotar falta de voluntad para cumplir compromisos haciéndoles perder el tiempo a quienes sí lo valoran y están atentos a la cita indicada. Por esa razón en esa ciudad fabulosa se cuidan de desperdiciar los segundos, los minutos, las horas, los días, las semanas, los meses, los años… Las agendas y las alarmas son una buena herramienta para estar atentos y no faltarle el respeto a los demás con tardanzas injustificadas. Saben que cualquier inconveniente puede suceder, pero también reconocen que una cosa es que pase un día y otra muy diferente, hacer costumbre de los pretextos.
Hasta las excusas tienen hora
Tan organizados son en ese lugar fabuloso que, salen con tiempo suficiente para que les permita inclusive, dar una excusa a tiempo hasta para o por retrasarse. Si se avisa en un momento inadecuado termina siendo una tardanza y, por consiguiente, una falta de respeto, de compromiso y de responsabilidad. Los moradores de esa comunidad temen ser tildados con estos antivalores porque ello podría traerles graves consecuencias, sobre todo, en cuanto a la consideración que se tienen unos con otros. Es que allí, la coherencia cobra sentido en la medida en que se respeta lo que se dice y lo que se hace. Ojalá los que no pudieron hacer este viaje porque llegaron tarde, al menos lean y mediten sobre la importancia de no faltarle al tiempo, porque la impuntualidad es mucho más que una tardanza.
Fuente: https://listindiario.com/la-vida/2022/08/10/733691/mas-que-impuntualidad