“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”, Mateo 11:29.
Jesús es singular ejemplo de humildad y mansedumbre. Dos condiciones cristianas muy contrarias en la sociedad opulenta y arrogante de hoy.
El Señor se hizo pobre siendo rico para que con su pobreza nosotros fuésemos enriquecidos. Tendremos alivio y esperanza.
Nos exhorta a imitarles siendo como Él. A cargar su yugo y, paradójicamente, nuestras almas descansarán. En medio del afán y la ansiedad, paz tendremos en Jesús.
Fuente: https://listindiario.com/puntos-de-vista/2022/08/26/736032/manso-y-humilde