A un mes de que se desatara el dramático incendio en el vertedero Duquesa, la humareda aún se mantiene atormentando a los ciudadanos del Gran Santo Domingo.
Aquel olor a fuego con basura sigue intacto y los llamados “buzos” que hurgan debajo de las montañas de desechos ni lo sienten, ni les importa. Y aunque ellos le presten poca importancia a la situación, no sucede lo mismo con los residentes de la capital que todavía tienen que soportar la humareda que, incluso, pudo haber cobrado la vida de una persona.
Según la periodista Edith Febles, el día que el humo del vertedero cubrió la ciudad, la joven Paola Inoa, de 25 de años de edad y quien era asmática y estaba embarazada, comenzó a sentirse mal de salud.
Ella fue internada en el Centro Médico UCE, donde tuvo un parto precipitado y entró en un coma durante varios días, hasta que finalmente falleció el 25 de mayo.
Febles conversó con Wilmer Reyes, esposo de la mujer y quien le dijo que, “desde que vino el humo estuvo mal. Ella estaba mejorando, estuvo en coma y llegó a despertar. Pero un paro cardiaco anoche (el lunes) marcó el fin”.
El pasado 28 de abril, un gran incendio se expandió por el vertedero Duquesa, ubicado en Santo Domingo Norte.
Desde ese momento, helicópteros con bolsas de agua, camiones de bomberos de todo el país, desde Baní hasta San Juan de la Maguana, y un gran número del personal del Sistema Nacional de Emergencias 911 y de Obras Públicas intentaron sofocarlo.
El alcalde de Santo Domingo Norte, Carlos Guzmán, declaró que el siniestro se originó alrededor de las 3:00 de la tarde del 28 de abril, y agregó a su declaración que no se trataba de un incendio común y que detrás debían estar manos criminales.
A esa declaración también se sumó el ministro de Obras Públicas, Ramón Pepin, pero ya a un mes de comenzado el incendio no se ha presentado acusación ni detenido a nadie.
Informe
La Fundación Acción Verde hizo un informe respecto al incendio del vertedero Duquesa, sobre todo las razones que pudieron ocasionarlo.
“Sí, lo sabemos, muchos de nosotros hemos sospechado de que ´por la magnitud y características del fuego es muy probable que hayan actuado manos criminales´. Sin embargo los testimonios recabados apuntan a que, a lo sumo, el siniestro habría sido la consecuencia de una serie de eventos desafortunados”, señala.
Acción Verde afirma que al momento de producirse el gran incendio, el vertedero no poseía ninguno de los equipos pesados necesarios para mover y sepultar la basura; por lo que todos los que usan son rentados a terceros. Además, estos alquileres también se vieron afectados por la incertidumbre provocada por la transición en los cargos electos de las alcaldías ya que los arrendatarios temían que sus pagos se vieran afectados.
La Fundación agrega que “por ese motivo, durante varias semanas (meses quizás) simplemente se estaba depositando basura o apenas dándole el tratamiento mínimo necesario (regar, sepultar). De ahí que el estado de peligro inminente de Duquesa en la víspera del fuego era ya conocido por los operadores del vertedero, llegando a un punto catastrófico la tarde de ese martes de abril, por causas que para ellos son presumiblemente fortuitas”.
“Vistos los antecedentes, nuestros colaboradores se inclinan por descartar intencionalidad en este lamentable incendio que aún mantiene en vilo la salud de miles de personas de la ciudad capital”, señala.
Según Acción Verde, la investigación en curso que lleva el Gobierno deberá desmentir o corroborar esos datos.
El nunca acabar
En el vertedero de Duquesa se han reportado al menos seis incendios en los últimos diez años que han afectado a los sectores aledaños y de los que en algunos casos no se dieron razones concisas sobre sus causas.
En abril de 2019 se reportó un incendio que afectó de forma muy negativa a los sectores cercanos, a tal nivel que las clases en algunos centros educativos fueron suspendidas por una semana debido a que tanto alumnos como maestros sufrieron problemas respiratorios.
La noche del domingo 17 de enero de 2016 se originó otro incendio en Duquesa, que al igual que el posterior aquejó a la población residente cerca por el humo. Pero en este caso, el ministro de Medio Ambiente lo atribuyó a la empresa responsable del vertedero en ese entonces, Lajum Corporation, debido a que por su manejo “inadecuado y permisivo” se produjo el incendio.
A principios de octubre del 2015, el Ayuntamiento del Distrito Nacional emitió un comunicado en el que informaba de que el retraso en la recogida de basura en la Capital, era producto de un incendio que se había producido en el vertedero de Duquesa.
El lunes 27 de enero de 2014 hubo un incendio el vertedero, el cual fue atribuido a “sabotaje ejecutado por manos criminales”, según el administrador en ese entonces, Rijo Meléndez.
En marzo de 2011 se había producido un incendio en el depósito de basura que servía de transferencia al vertedero de Duquesa, en Santo Domingo Norte y causó problemas de salud a los habitantes de Villa Mella y el Distrito Nacional, por la constante humareda que emanaba del fuego.