El médico tiene en sus manos los resultados del análisis clínico de la paciente embarazada que dicen que tiene una infección en la orina, pero prefiere estar seguro del grado de la afección para indicarle el medicamento más apropiado y le pide que se haga un cultivo.
Cuando le entrega la indicación, la mujer le responde pidiéndole pasaje para regresar a su casa.
Esa es la realidad que a diario se vive en los hospitales públicos del país y de la que el doctor César López, jefe de la cátedra de ginecobstetricia del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), da testimonio, pues ese caso lo vivió el pasado miércoles en su consulta hospitalaria, en la cual lleva más de 25 años y lo trajo a colación a propósito del estudio “Identificación de Factores de Riesgo de Partos Prematuros en Mujeres Embarazadas: Estudio de Casos y Controles” presentado por los médicos e investigadores Agustín Díaz Rodríguez, Leandro Feliz Matos y Carlos Ruíz Matuk.
En el estudio se encontró, y es una de las preocupaciones de los médicos, que las pacientes, tanto de término como pretérmino, por el hecho de tener hematíes en orina 15 a 20 por campo, sin síntomas y sin cultivo, se les diagnosticaban con infecciones de la vía urinaria y se les prescribían antibióticos.
Pero para el doctor López, lo peor es que las pacientes asisten un día a consulta y no se sabe cuándo regresarán a la próxima, poniendo en riesgo sus vidas y la del hijo que esperan.
Otro inconveniente que cita López es que las pacientes tienen entre cinco y seis consultas y si no está en un área específica la ven médicos diferentes cada vez que asiste, especialistas con criterios diferentes, lo que se convierte en un riesgo para la salud de la mujer.
Ante esa situación, dijo que los médicos se ven en la obligación de tratar todas las patologías como infecciones urinarias porque, mandan a las pacientes a repetirse los análisis y no lo hacen o quien se los indicó no la vuelve a ver.
“De las cosas que se deben comprender es que la República Dominica no tiene protocolos para manejar las amenazas de partos prematuros, y si no se protocoliza se vivirá dando palos a ciegas”, dijo López.
En el país se guían de los protocolos de los Estados Unidos y de Europa, mientras tras la realidad de sus pacientes es que son pobres o extranjeras.
Los partos prematuros guardan una estrecha relación con las muertes neonatales, que en el país es de un 27%. Hasta finales de febrero, el país reporta 322 defunciones de recién nacidos, un promedio de cinco muertes por día.
Fuente: Diario Libre