SANTO DOMINGO.-La Asociación de Editores y Distribuidores de Libros de Textos de la República Dominicana (ASEDILIRD) defendió este martes la pulcritud de la licitación que ganaron en el Ministerio de Educación varias empresas miembros de esa entidad y que, según una investigación una investigación de la Dirección General de Contrataciones Públicas (DGCP), adolece de serias irregularidades.
Robin Lara, Juan Colón, Avelino Stanley y Miguel Valerio, directivos de la organización, afirmaron que defenderán ante cualquier estamento la licitación para la adquisición de libros de textos, formato digital, para el nivel secundario, del año escolar 2022-2023”.
Esa compra de textos digitales involucra la suma de RD$ 2,539 millones.
Según la investigación, la DGCP determinó que hay relación entre proveedores ganadores de ese concurso público y un entramado que vincula a seis empresas.
Son ellas, Editorial Cosme Peña, Ediciones Salomé, CA-Mart Soluciones, Cocolo Editorial, Ediciones Unidas del Caribe, SM. S.A. y la empresa School Team.
Robin Lara, Juan Colón, Avelino Stanley y Miguel Valerio aseguran que esas empresas “ganaron en buena lid” el proceso de licitación aludido, en la cual obtuvieron las mejores calificaciones.
Afirmaron que “existe una alianza estratégica entre escritores y editores de libros de textos dominicanos con la única finalidad de defender la industria del libro nacional, ya que siempre ha estado en manos de multinacionales extranjeras, relegando a un segundo plano a las empresas dominicanas”.
Afirmaron que esa alianza permitió que, por primera vez, se tomara en cuenta a los autores y editores dominicanos en un proceso de licitación que realizó el Ministerio de Educación.
Indicaron que, como resultado, de 10 empresas que participaron, 5 de ellas fueron dominicanas, y todas, las 10 participantes, al menos recibieron un lote, , “lo cual representa un paso trascendental y de avance para las editoras dominicanas”.
Descartón que existiera colusión en este caso, argumentando que las 5 empresas dominicanas adjudicadas no compitieron en el mismo lote y que, “por lo que nunca afectaron la participación de otros oferentes”.