Charles Leclerc tuvo un gran susto después de ser víctima de un robo en plena calle. El líder del campeonato del mundo de Fórmula 1 con sobrada ventaja, descubrió de la peor manera posible que no todo el cariño de los fans es positivo.
El piloto de Ferrari se encontraba junto a unos amigos en Viareggio, una ciudad de la Toscana italiana, cuando fue reconocido por un grupo de aficionados. Inmediatamente se le acercaron a pedirle fotos y autógrafos, y se formó un pequeño tumulto. Fue en ese momento cuando un ladrón le quitó el reloj de más de 300.000 euros de la muñeca a Leclerc y huyó.
Leclerc, como otros pilotos es embajador de Richard Mille, una de las firmas más exclusivas de este tipo de complementos, y el que le sustrajeron ronda los 320.000 euros.
Andrea Ferrari, entrenador de Leclerc, estaba presente en el momento del suceso, ya que además ejercía de anfitrión: él es de Viareggio. En un duro mensaje en las redes sociales ha lamentado la pobre seguridad de su ciudad y ha criticado con dureza a los supuestos fans que se acercaron al piloto para robarle.
«La Via Salvatori (la calle donde se produjo el robo) ha estado completamente a oscuras durante meses. Hemos estado informando esto durante meses. Bueno, ayer por la tarde en Via Salvatori, nos han robado. ¿Piensan arreglar las luces tarde o temprano? Es para un amigo», ha ironizado.