Josephine Lespinase, una embarazada haitiana, fue detenida por soldados apostados en la frontera dominicana tras ingresar a territorio dominicano para dar a luz en la maternidad José Francisco Peña Gómez, de Mao.
Su caso no es aislado, porque es una realidad que ocurre a diario en la zona fronteriza, donde haitianas en estado de gestación avanzan para tratar de burlar la vigilancia militar y cruzar a territorio dominicano, a fin de parir en hospitales de la zona fronteriza, en el Noroeste, Santiago y en la capital.
“Me vi al borde de la muerte, no tenía dinero para pagar el parto en el hospital de Frort Liberté, me llevaron a una partera en Trou Du Nord, me vi bajita y ahora crucé a este país, porque aquí no nos cobran nada”, enfatizó la parturienta haitiana Georyinat Ondiné Oguí.
La feminista haitiana Colette Joseph Pierre dijo que las autoridades dominicanas tienen que ser comprensibles con sus compatriotas que ingresan de manera ilegal a este territorio para dar a luz en hospitales dominicanos.
Joseph Pierre también llamó a las autoridades de su país para que flexibilicen el costo de los partos en los hospitales de Haití, porque la mayoría de parturientas son pobres y no tienen disponibilidades económicas para el pago que se les exige.
“Entonces como en República Dominicana no les cobran nada, es lógico que buscan todos los medios para parir en los hospitales dominicanos, por eso es que digo que hay que ser comprensibles, ellas no son culpables de nada”, enfatizó.
El tráfico de niños haitianos y de embarazadas del vecino país hacia territorio dominicano no deja de ser una preocupación latente de las autoridades y otros sectores.
El comandante del Ejército, mayor general Julio Ernesto Florián Pérez, entrevistado por Listín Diario mientras recorría la frontera Norte de Dajabón el pasado fin de semana, dijo que los militares están atentos en la frontera para controlar esa situación.
“Las instrucciones que tenemos del señor presidente Luis Abinader, a través del ministro de Defensa, Luciano Díaz Morfa, es que estemos atentos en la frontera, tenemos sellados todos los puntos que pueden ser vulnerados por gente inescrupulosa que se dedican a ese tipo de ilícito”, declaró.
Comentó que se les instruyó para hacer un protocolo de instrucción para que los militares manejen ese tipo de eventos y que tienen planes bien definidos para combatir la situación.
Se quieren quedar
Otra fuente castrense explicó al Listín Diario que en la zona operan cuatro organizaciones no gubernamentales (ONG), dos con sede en Haití, una dominicana y otra de Canadá, que no permiten que devuelvan a las haitianas embarazadas cuando entran al país a dar a luz en centros asistenciales públicos del país.
Precisó que el Ejército y el Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront), establecieron una estricta vigilancia en los hospitales de la frontera y otros pueblos del Noroeste, pero que esas organizaciones escandalizaron el asunto, denunciando que estaban impidiendo los partos de haitianas.
Niños.
En cuanto a los niños, también los militares alegan que muchos entran acompañados de sus padres y cuando apresan a los adultos nunca aparecen los responsables y por eso hay que enviarlos al Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia (Conani) y otras instituciones de albergue.
Saturado.
Un inconveniente es que en Conani también hay quejas, porque no hay espacio ni siquiera para niños, niñas y adolescentes dominicanos, con la agravante de que los haitianos no asimilan la educación que les ofrecen los profesores, porque no hablan español.
Crisis.
Haití padece una crisis porque la oposición alega que el mandato del presidente haitiano Jovenel Moise ya concluyó.