Según la proyección realizada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), mañana, 15 de noviembre, la humanidad alcanzará los 8 mil millones de personas, lo que consideró un hito en el desarrollo humano. La entidad global dijo que este crecimiento sin precedentes, se debe al aumento gradual de la esperanza de vida debido a las mejoras en la salud pública, la nutrición, la higiene personal y la medicina. También es el resultado de niveles altos y persistentes de fecundidad, aunque no en todos, en algunos países.
La ONU señaló que la población mundial pasó de 7 millones a 8 mil millones de personas en 12 años y, de acuerdo con sus cálculos, demandará unos 15 años, es decir hasta 2037, alcanzar los 9 mil millones. Esto significa que el crecimiento general de la población mundial se está desacelerando.
En ese sentido, advirtió que, como los países con los niveles de fecundidad más altos tienden a ser los que tienen el ingreso per cápita más bajo, con el tiempo, el crecimiento de la población mundial se ha concentrado cada vez más entre los países más pobres del mundo, la mayoría de los cuales se encuentran en el África subsahariana. Esto significa que el crecimiento rápido y sostenido de la población “puede frustrar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que siguen siendo el mejor camino del mundo hacia un futuro feliz y saludable”, advirtió.
Pero, señaló que, son los países más desarrollados los que están causando el mayor deterioro del medio ambiente, no los que tienen un número más alto de crecimiento poblacional. “Si bien el crecimiento de la población magnifica el impacto ambiental del desarrollo económico, el aumento de los ingresos per cápita es el principal impulsor de patrones de producción y consumo insostenibles. Los países con mayor consumo per cápita de recursos materiales y emisiones de gases de efecto invernadero tienden a ser aquellos donde el ingreso per cápita es mayor, no aquellos donde la población está creciendo rápidamente”, subrayó la ONU.
Por eso, reiteró el llamado a “cumplir los objetivos del Acuerdo de París para limitar el aumento de la temperatura global, mientras se logran los ODS” y esto “depende de manera crítica de frenar los patrones insostenibles de producción y consumo. Sin embargo, un crecimiento demográfico más lento durante muchas décadas podría ayudar a mitigar la mayor acumulación de daño ambiental en la segunda mitad del siglo actual”, agregó.
La población mundial se duplicó desde 1974, ya que las personas viven más tiempo por un acceso a la salud, los alimentos, el agua limpia y el saneamiento más eficaz que en generaciones anteriores y esto también redundó en la disminución de la mortalidad infantil y materna. Además, los avances científicos que significaron curas para enfermedades mortales, fueron fundamentales en la mejora de la calidad y extensión de la vida. Además, una proporción menor vive en la extrema pobreza, aunque esto no es así en todas las regiones del mundo.
Los desafíos son muchos, ya que la pandemia por COVID-19 y el desplazamiento de personas de zonas en conflicto ha generado un deterioro de los parámetros que permiten aumentar la expectativa de vida. Así, un informe de la ONU señaló que el SARS-CoV-2 revirtió décadas de progreso en cuanto a pobreza, atención médica y educación. Natalia Kanem, directora ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), dijo que llegar a los 8.000 millones de habitantes “es un hito trascendental para la humanidad” y aseguró que “algunos expresan su preocupación de que nuestro mundo está superpoblado con demasiadas personas y recursos insuficientes para mantener sus vidas. Estoy aquí para decir claramente que la gran cantidad de vidas humanas no es motivo de temor”.
De acuerdo con los datos demográficos, la mitad de la población todavía vive en solo 7 países: China, India, Estados Unidos, Indonesia, Pakistán, Nigeria y Brasil. La población de la India podría superar a la de China en los próximos años.
La académica Jennifer Sciobba, autora del libro 8 Billion and Counting, dijo a Axios que “el siglo pasado tuvo uno de crecimiento exponencial de la población” y expresó que el siglo XXI se caracteriza sobre todo por tendencias demográficas divergentes: “Vemos grandes abismos en el nacimiento, la muerte e incluso la migración en todo el mundo”. “El panorama general es que las cosas están mejorando mucho”, agregó Sciubba, pero advirtió sobre los países que presentan altas tasas de fecundidad, pero se encuentran “marcados por la hambruna y el conflicto, el desplazamiento masivo… Tenemos que tener múltiples verdades en la cabeza”, agregó.
Entonces, las cifras significan que, por un lado la vida de los seres humanos ha mejorado y eso significa que las personas viven más tiempo, ya que:
—La pobreza extrema disminuyó y la desigualdad de ingresos entre países se ha reducido en gran medida en los últimos 25 años, según los datos de la ONU.
—La proporción de personas que viven en la pobreza extrema, es decir con menos de U$2 al día, ha caído del 44% en 1974 al 10%, según datos de GapMinder.
Al mismo tiempo, hay desafíos que enfrentan amplias zonas del mundo
—El cambio climático continúa representando una de las mayores amenazas para la humanidad, según la ONU, y los avances en las partes del mundo de bajos ingresos podrían complicar los esfuerzos globales para reducir su impacto.
—Un récord de 100 millones de personas han sido desplazadas por la fuerza de sus hogares. Esto empeoró por la toma de Afganistán por parte de los talibanes y la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
—Las hambrunas no ceden a pesar de los avances logrados. Así, en la región conocida como el Cuerno de África, las agencias de ayuda internacional siguen trabajando para paliar los efectos de conflictos y crisis.