Aunque ya hayan vacunas contra el COVID-19, la normalidad que existía antes de la pandemia del coronavirus tardará al menos dos años en regresar, dijo el miércoles la Organización Panamericana de la Salud, en momentos que también avizora señales de una posible segunda ola de contagios en países como Brasil y México.
“No podemos desesperarnos. Va llevar tiempo. Los próximos dos años van a ser críticos”, expresó Marcos Espinal, director del departamento de Enfermedades Transmisibles de la OPS. “No vamos a conseguir la inmunidad de rebaño de inmediato”, aseguró tras explicar que hasta que el 60% o 70% de la población se vacune será necesario llevar mascarillas, mantener la distancia y evitar las aglomeraciones de personas.
Espinal efectuó sus declaraciones en una rueda de prensa virtual que la OPS ofrece cada semana desde su sede en Washington, un día después de que Gran Bretaña inició una campaña mundial de vacunación contra el COVID-19.
Se espera que en los próximos días las autoridades estadounidenses den luz verde a la vacunación, lo que allanaría el camino para que hagan lo mismo otros países de las Américas.
Unos 28,5 millones de personas se han infectado con COVID-19 en el continente desde el inicio de la pandemia y 753.000 han muerto, de acuerdo con información de la OPS basada en estadísticas suministradas por los gobiernos. En las últimas semanas la región ha experimentado sus niveles más elevados.
En Estados Unidos se registran cerca de 200.000 casos diarios y hay más de 100.000 personas hospitalizadas. En México, uno de los primeros países latinoamericano que iniciaría la vacunación este mes, han aumentado los casos sobre todo en el estado de Baja California, cerca de la frontera con Estados Unidos, dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne. Brasil, en tanto, tiene la mayor incidencia de nuevos casos en Sudamérica, mientras que otros países de la región experimentan también alzas, entre ellos Colombia, Ecuador, Honduras, Guatemala y Paraguay.
“Estamos viendo países en la región con un aumento o signos de una segunda ola”, expresó Espinal, y mencionó entre ellos a Brasil, Uruguay y México. Dijo asimismo que Perú también está en riesgo de una segunda ola, como han advertido sus autoridades sanitarias.
La OPS dijo que a partir de marzo o abril los países de Latinoamérica que se han comprometido a participar en el mecanismo COVAX recibirán las primeras vacunas. Advirtió, no obstante, que las dosis serán limitadas y sólo alcanzarán en una primera etapa para salvar vidas entre el personal sanitario, los ancianos y las personas con enfermedades como diabetes y presión alta.
Más adelante, en una segunda etapa, la inmunización será para controlar la propagación del virus.
“Estamos confiados en que las vacunas del COVID-19 que llegarán pronto al mercado ayudarán a contener la pandemia, pero esto llevará tiempo y planeamiento anticipado”, expresó Etienne, tras aclarar que aún la OPS no ha aprobado el uso de ninguna vacuna en la región.
Además de participar en el mecanismo COVAX, algunos países han firmado acuerdos bilaterales con productores de vacunas que les aseguran recibir una mayor dosis para una inmunización más extensa.
Esta semana, los ministros de salud de los países de las Américas se reunirán en el marco de la OPS para analizar los preparativos, la compra y distribución de las vacunas a través del COVAX. A pesar de las dificultades económicas, los países ya han aportado 1.000 millones de dólares para asegurarse vacunas a través de ese mecanismo.
Pero el dinero no es suficiente. La OPS también está trabajando con ellos para asegurar que una vez que las vacunas estén aprobadas y disponibles, los países estén preparados para aplicarlas.
“No basta con tener la vacuna”, aseguró Jarbas Barbosa, el subdirector de la OPS. Explicó que también es necesario preparar insumos como jeringas, entrenar al personal sanitario y definir quiénes la recibirán primero.
Barbosa dijo que le corresponde a cada país decidir si la vacunación será o no obligatoria, pero aclaró que este no es el momento para pensar en eso sino más bien en prepararse para cuando las vacunas ya estén disponibles.