La misión Crew-6 de la NASA despegó a primeras horas de este jueves desde Cabo Cañaveral (EEUU) rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI), a bordo de una nave Dragon de SpaceX.
A las 12:34 hora local, un cohete Falcon 9 con la Dragon Endeavour en la cúspide, despegó desde la plataforma 39A del Centro Espacial Kennedy para unos ocho minutos después separarse y continuar el viaje por su cuenta a más de 28.000 kilómetros por hora.
A bordo de la Endeavour, que con la Crew-6 cumple su cuarta misión, van Stephen Bowen y Warren Hoburg, de la agencia estadounidense NASA, comandante y piloto de la misión, respectivamente, y los especialistas Sultan Alneyadi, de la agencia espacial de los Emiratos Árabes Unidos, y Andrey Fedyaev, de la rusa Roscosmos.
Como es habitual, menos de diez minutos después del despegue, la parte reutilizable del Falcon 9 retornó con éxito a la plataforma “Just Read the Instructions” de SpaceX ubicada en el Atlántico.
“Fue un gran viaje”, dijo emocionado Hoburg a los controladores de la misión, mientras que Alneyadi, tras unas palabras en árabe, señaló que esta misión es el comienzo de una era interesante.
Se espera que la nave de la firma privada arribe a la Estación Espacial Internacional y atraque en el módulo Harmony. Después serán recibidos por los miembros de la Expedición 68 del laboratorio orbital.
Tras el despegue de la misión, el director adjunto del Centro Espacial Kennedy, Kelvin Manning, destacó en declaraciones a la NASA TV que al lanzamiento de este jueves es un buen reflejo de lo que puede lograr la alianza entre el Gobierno, la industria privada y los socios internacionales.
“Y recién estamos empezando”, manifestó el directivo, quien aludió a los 90 lanzamientos previstos para este año desde Cabo Cañaveral, entre los que destacó el que enviará a la EEI la misión de prueba CFT, la primera misión tripulada de la nave Starliner de Boeing.
El tercer intento
La Crew-6 finalmente pudo despegar tras dos aplazamientos ocasionados por razones técnicas.
El lanzamiento estaba inicialmente previsto para el domingo pasado pero fue atrasado al lunes para hacer un análisis térmico adicional de los paneles en el exterior de la cápsula, así como una revisión de unos recipientes de helio en el cohete Falcon 9.
Sin embargo, el lunes pasado, a menos de tres minutos del despegue, hubo que abortarlo por un problema detectado repentinamente en el flujo del trietilaluminio trietilboro (TEA-TEB) que se usa para arrancar los motores de la primera etapa del cohete.
La NASA y SpaceX determinaron que un filtro en tierra del sistema para el paso del TEA-TEB estaba obstruido y lo reemplazaron, purgaron la tubería con nitrógeno y verificaron que todo el sistema estuviera limpio y listo para el nuevo intento de lanzamiento.
En la Estación Espacial Internacional la tripulación de la Crew-6 permanecerá unos seis meses, tiempo en el que realizarán más de 200 experimentos científicos en microgravedad y tareas de mantenimiento.
Algunos de los experimentos encomendados tienen que ver con la combustión en “microgravedad” y los efectos de los vuelos espaciales en el sistema inmunológico y los órganos de los humanos.
Para estudiar los efectos que las misiones tripuladas pueden tener en el espacio, los astronautas se aventurarán fuera de la EEI para recolectar muestras de los respiraderos de la estación.
El objetivo es comprobar si la EEI está liberando microorganismos al espacio y, de ser así, cuántos y hasta dónde podrían viajar.
Los resultados de este experimento en particular podrían alterar el diseño de futuras misiones espaciales y de los trajes de los astronautas para limitar una posible contaminación.
La Crew-6, como las otras misiones de la NASA con Space X, allanará el terreno “para la exploración humana más allá de la órbita terrestre baja y para mejorar la vida en la Tierra”, según portavoces de la NASA.
La Agencia Espacial de EEUU tiene previsto mandar en 2024 una misión tripulada a la Luna como parte del programa Artemis.