«La lucha no acabó», afirmó ayer domingo el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, al ser homenajeado por decenas de miles de seguidores en la ciudad de Recife (noreste), en el acto más numeroso desde salió de prisión, hace nueve días.
«Después de pasar 580 días [preso] (…), después de que tanta gente se movilizara en todo el país, quiero decirles: la lucha no acabó. No tiene cómo acabar, porque cada día queremos más», afirmó ante un púbico enardecido en su estado natal de Pernambuco, que lo ovacionó al grito de «Lula, guerrero del pueblo brasileño».
Decenas de miles de personas asistieron al «Festival Lula Libre», organizado en su honor y que desde el mediodía reunió en el centro histórico de Recife a numerosos artistas y bandas locales, como Chico César, Francisco el Hombre y Lia de Itamaracá.
Los artistas que pasaron por el escenario defendieron el legado del expresidente (2003-2010) y de otras figuras de izquierda como la concejal negra Marielle Franco (asesinada en 2018), al tiempo que criticaron al actual mandatario, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Luciendo jeans, camiseta oscura y su característica barba blanca, Lula prometió dedicar «cada minuto» de su vida a «liberar el país de esta pandilla», en referencia al actual gobierno. Y volvió a reiterar sus críticas a la operación Lava Jato, que lo llevó tras las rejas.
Lula fue preso en abril de 2018 para empezar a cumplir una condena de 8 años y 10 meses de cárcel por corrupción y lavado de dinero, pero fue liberado el 8 de noviembre pasado gracias a una decisión de la corte suprema que alteró la jurisprudencia sobre el cumplimiento de penas.
Sin embargo, la decisión no le satisface, pues afirma que fue víctima de una conspiración político-judicial para sacarlo de la liza electoral del año pasado y reclama la anulación de los juicios en su contra.
«Ahora la campaña ‘Lula Libre’ tiene que transformarse en una campaña mucho mayor», pidió a sus seguidores este domingo.
«En la democracia, el show no para», añadió.
Aunque se trata del acto más numeroso desde que salió de prisión, Lula ya había hecho otras apariciones públicas esta semana.
Minutos después de obtener la libertad, visitó un campamento que sus seguidores habían montado afuera de la sede policial donde estaba preso, en Curitiba (sur) y luego se dirigió a la central de obreros metalúrgicos en Sao Paulo (sudeste) donde se forjó como líder sindical en los años 1970.
Antes de ir a Recife, participó de una reunión del Partido de los Trabajadores (PT) en Salvador.
Fuente: AFP