La fuerte lluvia que ha caído sobre Madrid no ha impedido la celebración este sábado del desfile del Día de la Fiesta Nacional, aunque se ha acortado su duración, y los ciudadanos que, desafiando el mal tiempo, se han acercado hasta el Paseo del Prado, no han podido disfrutar del paso de los aviones ni del salto paracaidista.
Precisamente la menor afluencia de público a causa de la climatología ha hecho que los tradicionales pitos y abucheos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hayan sido bastante más moderados que en años anteriores, si bien a su llegada a la Plaza de Neptuno, ha sido objeto de gritos de “fuera, fuera” por parte de algunos de los ciudadanos apostados en los alrededores a una distancia de más de cien metros, mientras se escuchaban también vivas a Felipe VI.
El desfile ha estado presidido por los reyes Felipe y Letizia, acompañados de la princesa Leonor, vestida con el uniforme de guardiamarina de la Escuela Naval.
En total, 4.092 efectivos de las Fuerzas Armadas, de ellos, 473 mujeres, 166 vehículos motorizados y 210 caballos han recorrido bajo la lluvia los 1.540 metros que separan la Plaza de Carlos V, en Atocha, de donde ha partido el desfile, y la Plaza de Colón, punto final del mismo.