Pese a la grave crisis politíca que prevalece en Haití, un ambiente de calma se percibía ayer en la frontera domínico-haitiana, en los linderos de Dajabón, mientras militares en motocicletas y vehículos recorren diferentes puntos de la zona, en prevención de problemas.
La tensión aumentó luego que organizaciones de Juana Méndez y otras localidades haitianas cercas a la frontera anunciaron protestas para hoy, lunes, debido a la escasez de combustibles y para pedir la renuncia del presidente de ese país, Juvenel Moise.
Ciudadanos residentes en barrios cercanos al río Masacre dijeron a Listín Diario que la madrugada de ayer, domingo, escucharon detonaciones, del lado haitiano, creando estados de pánico.
Ayer, decenas de haitianos cruzaron a Dajabón y formaron filas en las estaciones gasolineras para abastecerse de combustibles, mientras otros abarrotaron las bombas de expendio de gas licuado de petróleo.