l segundo matrimonio de Michael Jackson, con la entonces desconocida enfermera Debbie Rowe, es el que más está dando que hablar. Aunque solo estuvieron casados tres años, ahora, dos décadas después, Rowe ha desvelado que nunca mantuvo relaciones sexuales con Jackson y que se sintió «como una yegua» cuando se sometió a una inseminación artificial.
Una de las cuestiones que salen ahora a relucir es que para la concepción de los hijos de la pareja se usó a un donante de esperma, y que por tanto los niños no serían biológicos de Michael Jackson, algo que ha sido cuestionado a lo largo de las dos últimas décadas. De hecho, en 2013 un actor británico amigo del rey del pop aseguró que había donado semen para la concepción de los chicos y les invitó a conocerle y a pasar un tiempo con su familia en Reino Unido.
«Me fecundaron. Del mismo modo en el que se fecunda a las yeguas para que se reproduzcan. Fue algo muy técnico«, cuenta Rowe, tal y como recoge ahora el diario The Sun, citando a diarios británicos de hace una década. De forma muy gráfica, la madre de los dos hijos mayores del cantante afirma: «Igual que yo le meto el esperma a mis caballos. Así lo hicieron conmigo. Yo era su yegua pura sangre«, cuenta Rowe.
«Michael era un hombre divorciado, solitario y que quería tener hijos. Yo fui la que le dijo: ‘Yo tendré a tus hijos’. Le ofrecí mi vientre, fue un regalo. Fue algo que hice para que fuera feliz«, recoge el diario británico, que también cita declaraciones de 2003 en las que Rowe aseguraba que ella «jamás» había hecho nada «para ganar el título de madre». «Porque Michael lo hacía todo. Yo no me esforzaba por ser madre. No cambiaba pañales, no me levantaba en mitad de la noche. Incluso si yo estaba, Michael lo hacía todo«.
El cantante se casó dos veces, pero ninguno de esos matrimonios acabó bien. El primero fue con Lisa Marie Presley (hija de Elvis Presley). Apenas duró 20 meses y fue considerado como una estrategia publicitaria para ambos.
Jackson se casó con Debbie Rowe en el hotel Sheraton Park de Sídney, Australia, en noviembre de 1996, cuando él tenía 38 años y ella 37. Él estaba de gira por el país y ella era enfermera en la consulta de su dermatólogo, Arnold Klein, por lo que se conocían desde hacía varios años. Se separaron menos de tres años después, en julio de 1999, y el divorcio llegó en octubre de ese mismo año. Cuando se casaron (ambos vestidos de negro de los pies a la cabeza), ella estaba embarazada de seis meses: dio a luz a su hijo Prince en febrero de 1997 y, en abril de 1998, a su segunda hija, Paris. Tras su divorcio él se quedó con la custodia. Ya en 2002, Jackson tuvo un tercer hijo, apodado Blanket, que según contó él mismo había sido concebido con su esperma a través de un vientre de alquiler. Después de su muerte fuesu madre, Katherine, quien cuidó de los niños
Jackson sentía tal inquietud por tener a sus hijos con él que desoía hasta los consejos médicos. En 2003 contó una anécdota sobre algo que sucedió cuando nació su hija Paris: «Estaba tan ansioso por llevármela a casa que cuando iban a cortar el cordón, y odio decir esto, la agarré y me la llevé hasta casa con la placenta y todo«. «No bromeo», aseguró, «la puse en una toalla y eché a correr. Dijeron que estaba bien». Rowe se quedó en el hospital recuperándose del parto.
La imagen pública de Michael Jackson pasa por un momento complicado. Un reciente documental de HBO llamado Leaving Neverland ha recogido los testimonios de dos hombres que afirman que, siendo niños, el músico estadounidense abusó de ellos. Wade Robson y James Safechuck, de 36 y 40 años, han calificado al cantante de «maestro de la manipulación» y consideran que logró ganarse la confianza de sus familias para después abusar de ellos «cientos y cientos de veces».
La familia Jackson amenaza con demandar a la cinta, a la que califican de «linchamiento público». Por su parte Paris, su hija mediana, trata de defender la inocencia de su padre a la vez que está preocupada por cómo estos acontecimientos pueden afectar a su incipiente carrera como actriz. «Su preocupación», afirmaba una fuente cercana a Paris, «es que cualquier película que protagonice fracase si el escándalo de abusos de Michael es todo en lo que la gente piensa cuando la ven en la pantalla. Ella quiere actuar pero sabe que esto podría afectar esos planes».
Fuente:El País