La criptomoneda Bitcoin, la más popular de todas por ser considerada la más confiable, cayó esta semana un 21% y tocó un precio mínimo no visto en dos años. Esta baja en el precio perjudicó no solo a las personas que invirtieron en el, sino a El Salvador, país que implementó como moneda corriente la criptomoneda el año pasado por decisión del presidente.
El gobierno de Nayib Bukele ha gastado más de 100 millones de dólares en la compra de estos activos digitales, mismos que ahora valen menos de 50 millones de dólares debido a la variación que ha presentado.
Cuando Bukele anunció que El Salvador adoptaría el bitcoin como moneda legal la criptomoneda valía 35.000 dólares; cuando se oficializó su valor estaba en los 45.000 dólares. Sin embargo, tras el llamado “criptoinvierno” la moneda cayó por debajo de los 20.000 dólares.
El diario El País destacó que desde que Bukele compró los primeros bitcoins el 6 de septiembre del año pasado con las arcas públicas, éstos han perdido 67% de su valor.
Si bien esta caída en picado fue impulsada en los últimos días por la crisis de FTX, se trata del más reciente de una serie de desplomes, en el marco del endurecimiento de las condiciones financieras globales. Las pérdidas de la apuesta ya rondan los 70 millones de dólares.
“Esto tiene un costo de oportunidad muy alto para un país como El Salvador, porque representa, por ejemplo, casi el presupuesto total del Ministerio de Agricultura en un país donde la mitad de la población padece inseguridad alimentaria”, apunta Ricardo Castaneda, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), en declaraciones a El País.
En un país dolarizado, Bukele ha hecho grandes esfuerzos porque los ciudadanos utilicen bitcoin en su vida diaria, pero éstos no han rendido frutos, ya que existe una fuerte desconfianza entre la población, agregó Castaneda.
El medio español explicó que de acuerdo con datos del Banco Central de El Salvador, solo el 2% de los envíos de remesas se hacen a través de bitcoin. “Las pérdidas de esta semana son casi un golpe mortal a las posibilidades de una adopción masiva de criptomonedas en El Salvador”, apunta Castaneda, “la gente ha vivido en carne propia la volatilidad y los problemas asociados a la falta de transparencia”.
Nación innovadora
En América Latina, El Salvador hizo del bitcoin una moneda de curso legal en setiembre del año pasado, a iniciativa de Bukele, quien buscaba bancarizar masivamente a la población.
La medida pionera en el mundo fue cuestionada por el Banco Mundial, el FMI y el BID, que advirtieron sobre la alta volatilidad de la criptomoneda.
El bitcóin, que mantiene una tendencia a la baja, no es utilizado por la mayoría de salvadoreños que consideran que esa apuesta emblemática del presidente Nayib Bukele ha sido “un fracaso”, según una encuesta universitaria divulgada a mediados de octubre.
Ante la pregunta de “¿En lo que va del año 2022 ha utilizado bitcóin alguna vez para comprar o pagar algo?”, un 75,6% de los consultados respondió negativamente, mientras que un 24,4% señaló que usó la criptodivisa en transacciones, aseguró una encuesta realizada por la jesuita Universidad Centroamericana (UCA).
Una encuesta representativa nacional señala que el 20% de los hogares salvadoreños usa Chivo Wallet para operar criptomonedas bitcoin; de ellos, sólo el 20% de los dueños de algún negocio comercial aceptaba bitcoins como método de pago.
La encuesta fue realizada en todo el país cuando se cumplió un año de que El Salvador adoptara el bitcóin como moneda de curso legal a la par del dólar. “Aproximadamente 77 de cada 100 salvadoreños” consideran que la adopción del bitcóin en el país “ha sido un fracaso”, y por eso es “reprobado” con una nota de 4,61 en la escala del 0 al 10, señala el estudio.