Las autoridades de Puerto Rico y las Islas Vírgenes Estadounidenses reportaron el derrumbe de un puente, unos cuantos apagones, inundaciones y deslaves por el paso de la tormenta tropical Karen por el noreste del Caribe ayer.
Las escuelas seguían cerradas en Puerto Rico, mientras que algunas oficinas de gobierno reabrieron sus puertas. Todo lo demás volvía a operar con normalidad en las Islas Vírgenes Estadounidenses, a excepción de oficinas y escuelas públicas en St. John.
Cuadrillas de trabajadores cerraron temporalmente algunas carreteras costeras en el sureste de Puerto Rico por las inundaciones registradas tras la llegada de Karen a la isla el martes, que dejó a 29.000 clientes sin electricidad. En la vecina St. Thomas se reportó un apagón en toda la isla el martes por la mañana y otros más pequeños por la tarde.
Una comunidad en el pueblo montañoso de Utuado quedó aislada el miércoles luego que un puente dañado por el azote del huracán María hace dos años colapsó durante las lluvias causadas por Karen. El alcalde Ernesto Irizarry dijo a reporteros que había estado pidiendo un millón de dólares para reparar el puente.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos dijo que a eso del mediodía del miércoles, el vórtice de Karen estaba unas 385 kilómetros (240 millas) al nor-noreste de San Juan, y que se movía en dirección norte a 24 km/h (15 mph). Sus vientos máximos sostenidos eran de 75 km/h (45 mph), y se espera que sigan ganando fuerza en los próximos días.
Los meteorólogos prevén que la tormenta dé un giro en dirección de las manecillas del reloj durante el fin de semana, que la dejaría en dirección hacia la costa este de Estados Unidos.
Por su parte, Jerry se convirtió en ciclón postropical y estaba cerca de Bermudas el miércoles. Se ubicaba a unos 125 kilómetros (75 millas) al oeste de Bermudas con vientos sostenidos de 65 km/h (40 mph) y avanzaba hacia el este-noreste a 19 km/h (12 mph).
Más al este, Lorenzo se convirtió en el quinto huracán de la temporada del Atlántico, y se prevé que se convierta en un huracán de categoría 3 o superior para fines de semana, aunque no se espera que afecte al Caribe. El meteoro se centraba a unos 1.155 kilómetros (715 millas) al oeste de la parte sur de las Islas de Cabo Verde, con vientos máximos sostenidos de 140 km/h (85 mph) y se dirigía al oeste-noroeste a 28 km/h (17 mph).