Francia e Italia firmaron este viernes en Roma en el curso de una ceremonia solemne un importante tratado bilateral de cooperación destinado a consolidar la relación mutua y clave para fortalecer la Unión Europea.
El tratado fue firmado por el jefe de gobierno italiano Mario Draghi y el presidente francés Emmanuel Macron en el palacio presidencial del Quirinal ante el presidente de la República italiana Sergio Mattarella.
El nuevo tratado marca un nuevo inicio para los dos países tras las fricciones diplomáticas e impulsa la política de la Unión Europea (UE) en un momento complicado para el bloque.
«Este es un momento histórico para Francia e Italia», aseguró Draghi en el curso de una conferencia de prensa conjunta durante la cual recordó los valores y las personalidades que unen a ambos países.
«Las instituciones que tenemos el honor de representar se basan en los mismos valores republicanos, en el respeto a los derechos humanos y civiles, en el europeísmo», añadió el expresidente del Banco Central Europeo.
«De Stendhal a Umberto Eco, de Marcello Mastroianni a Jean-Paul Belmondo y Claudia Cardinale, compartimos muchos recuerdos y referencias en común», subrayó.
«Se abre un nuevo capítulo histórico (..) para nuestras ambiciones en el marco de Europa», aseguró por su parte Macron al recalcar la «visión geopolítica común», dijo.
«Defendemos una Europa más integrada, más democrática, más soberana», subrayó el mandatario francés.
Con ocasión de la firma patrullas aéreas de Francia e Italia sobrevolaron los cielos de la capital, dejando una columna de humo con los colores de los dos países.
La firma de un «tratado de cooperación bilateral reforzada», llamado el Tratado del Quirinal, es algo poco común entre países de la Unión Europa.
Para Francia es el segundo tratado que firma después del rubricado en 1963 con Alemania y refrendado en 2019.
Los dos dirigentes aprovecharon para reiterar en varias ocasiones su compromiso a favor de la unidad europea, que atraviesa un momento difícil tras la salida de la Gran Bretaña, las disputas por el uso de los migrantes como rehenes por los vecinos del este y el retiro en pocos meses de su líder indiscutible, la canciller alemana Angela Merkel.
«La señora Merkel todavía está en el cargo», recalcó Macron al ser interrogado por la prensa sobre el futuro de la UE sin la dirigente alemana, quien ha estado 15 años en el poder.
Francia no busca «rutas alternativas» a la relación franco-alemana tras su salida, aseguró.
El tratado tiene como objetivo intensificar la cooperación en todos los sectores, desde la política exterior, de defensa y de seguridad, hasta la migración, la economía, la investigación, la cultura y las cuestiones entre fronteras.
El nuevo pacto, que estaba en preparación desde 2017, tuvo que ser congelado con la llegada al poder en Italia en 2018 de la entonces formación antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S), cuyo líder entonces, Luigi Di Maio, actualmente ministro de Relaciones Exteriores, criticó abiertamente a Macron y apoyó al movimiento de protesta de los «chalecos amarillos» en Francia.
A principios de 2019, Francia llegó a convocar inclusive a su embajador en Roma, un gesto que no se había visto desde la Segunda Guerra Mundial.
Francia e Italia, segunda y tercera economías de la zona euro detrás de Alemania, representan a casi un tercio de los ciudadanos de la Unión Europea y de su PIB.