La Navidad ya está aquí. Panderetas, luces brillantes, joviales villancicos y papel de colores histriónicos que hacen las delicias de niños y adultos. Esta es la época del año en la que abrimos nuestras puertas para recibir a la familia, los amigos, Papá Noel, Los Reyes Magos y un encantador parásito. ¿Un parásito? Sí: un parásito verde, para ser más precisos. No, no me refiero al Grinch, sino a otro invitado tradicional de la Navidad: el muérdago.