Doce cadáveres fueron encontrados este lunes en Petion-Ville, en las colinas de Puerto Príncipe, en circunstancias aún por aclarar, como la identidad de las víctimas, y no se descarta que sean miembros de bandas armadas abatidos por la Policía Nacional.
Los cuerpos, entre ellos el de una mujer, fueron hallados dispersos en plena vía, en los alrededores de una zona dedicada al comercio informal de alimentos y otros productos.
Algunos de los residentes hablan de un tiroteo, mientras otros aseguran que se trata de bandidos abatidos por la Policía Nacional haitiana en un momento en que las dos mayores cárceles del país quedaron vacías tras ataques armados de las bandas hace quince días.
Este lunes, algunas zonas de Laboule y Thomassin, barrios acomodados de Puerto Príncipe, fueron atacados por las bandas armadas, que dispararon contra casas y comercios.
La residencia de Pierre Volmar Demesyeux, consejero del Tribunal de Cuentas en Laboule 18, no fue la excepción, y el funcionario salvó su vida gracias a la intervención de la seguridad de su casa.
En tanto, en una nota publicada este lunes, la empresa pública de electricidad Electricite d’Haiti subrayó que no se había librado de los actos de vandalismo y terror de los bandidos.
«Tales actos de robo y sabotaje sólo sirven para agravar aún más la situación financiera y técnica de la empresa», denuncia la institución, que señala que cuatro subestaciones de la zona metropolitana de la capital, así como la central de Varreux, han quedado destruidas y totalmente disfuncionales.
Esta situación significa que decenas de zonas no pueden abastecerse de electricidad como de costumbre, afirma la empresa, que hace un llamamiento a las autoridades para que garanticen la seguridad de sus numerosos emplazamientos en todo el país.
Asimismo, la empresa denuncia que los maleantes se llevaron documentos importantes, instalaciones eléctricas, cables, inversores, baterías y material informático y de oficina.