El funcionamiento del mercado binacional en esta ciudad fronteriza fue muy precario ayer, debido al boicot que levantaron organizaciones de Haití ante supuestos atropellos cometidos en contra de sus ciudadanos por autoridades dominicanas.
Según expresaron los haitianos, a los compradores de productos les incautan mercancías y en lugar de llevarlas a la sede de Aduanas en la línea fronteriza, la depositan en las oficinas del Cesfront que, por ser un cuerpo militar, dificulta la recuperación.
Ayer en gran parte del horario de funcionamiento de las actividades comerciales entre ciudadanos de ambos países, el panorama lució muy reducido ya que del lado haitiano dejaban pasar a los que tenían pasaportes y otras calidades específicas, pero no a todos los que buscan comprar y vender como es común.
Esa situación, que generó serias limitaciones al funcionamiento del mercado, causó preocupación a los dominicanos que, desde diferentes puntos de la región, viajan con sus mercancías y no la pudieron vender en los niveles acostumbrados, cuando el intercambio funciona normal.
Muchos comerciantes se quejaron de las dificultades innecesarias que se crean, que les produce muchas pérdidas ya que tienen que incurrir en fuertes inversiones, más ahora con los combustibles tan caros para llegar a Dajabón con sus vehículos llenos de artículos.
El mercado funciona en forma masiva los lunes y viernes en esta ciudad, aunque en otros días de la semana también se genera un comercio informal, en menor proporción.
La agropecuaria
Aunque en este mercado se comercializan toda clase de productos, los que tienen mayor demanda por parte de los consumidores haitianos son los de procedencia agropecuaria, que es el fuerte de la región cibaeña.
También se venden industrializados, pero en menor cantidad como pastas alimenticias, enlatados, medicamentos y otros. Pero predominan los víveres, viandas, hortalizas, frutas y vegetales, que son los que consumen en mayor cantidad los residentes del vecino país.
El pollo y los huevos de la agropecuaria son también de gran demanda por el mercado haitiano, tanto los compradores para el consumo directo como los pequeños comerciantes, para abastecer sus negocios en las poblaciones en las cercanías de la frontera.
Mientras que los dominicanos demandan más los productos terminados que no son alimenticios, como las bebidas alcohólicas, no de fabricación haitiana, perfumes, ropa y calzados de diferentes clases, como zapatos y tenis que llegan a la vecina nación por lo general, donados por países más desarrollados.