Al conservador Guillermo Lasso, el inesperado ganador de la segunda vuelta electoral presidencial en Ecuador, le esperan monumentales desafíos por todos lados.
No sólo tendrá que lidiar con los viejos problemas de pobreza y desempleo atizados por la pandemia del coronavirus, sino que deberá buscar alianzas políticas ante un Congreso adverso para darle gobernabilidad en la nación andina.
En su primera rueda de prensa, en esta capital, dijo que “la primera acción será poner en orden la economía, promover inversión y generar empleo para que todos los ecuatorianos no emigren, se queden en el Ecuador y consigan aquí alcanzar los sueños que quieren para sus familias”.
Anunció que la migración tiene doble vía, defender a los ecuatorianos en el exterior “pero a la vez también actuar humanitariamente con los venezolanos que han llegado a Ecuador, la regularización más amplia de aquello venezolanos… no podemos ser tan incoherentes de pedir un buen trato para los ecuatorianos que viven en el exterior y maltratar a los extranjeros que viven en Ecuador. Tenemos que ser coherentes y consecuentes”, para lo cual buscará un cercano trabajo con Naciones Unidas.
Al consultarle acerca de su futura política internacional expresó que promoverá el más amplio multilateralismo, al tiempo de definirse en lo político como demócrata “con un proyecto que busca el bienestar del pueblo ecuatoriano, en materia económica desideologizados hablando de soluciones prácticas, aquella definición de izquierda y derecha es un reduccionismo en desuso en la época actual”.
El exbanquero, de 65 años, destacó que soñaba desde hace años en servir a los ecuatorianos después de proclamarse triunfador en el balotaje del domingo.
Y el momento le llegó en un ambiente de dura pandemia, en el que tendrá seguramente la tarea inmediata de acelerar un lento proceso de vacunación.
Cuando el escrutinio del Consejo Electoral alcanza el 99,01% de los votos, Lasso sumaba 52,5%, mientras que Andrés Arauz, el delfín del expresidente Rafael Correa y quien había quedado en el primer lugar de la primera vuelta, tenía el 47,5%. Muchos habían pronosticado que Arauz, de 37 años, volvería a imponerse en la segunda ronda.
El actual mandatario Lenín Moreno debe entregar el cargo el 24 de mayo.
El analista y catedrático de la universidad San Francisco, Luis Espinosa Godet, en declaraciones a The Associated Press, dijo que el principal desafío de Lasso será buscar soluciones al “32% de ecuatorianos pobres y dos tercios de ecuatorianos que no tienen empleo formal”.
De entrada, el virtual triunfo de Lasso, un hombre exitoso en la banca previo a su incursión a la política, generó una reacción positiva en los mercados internacionales, donde el riesgo país de Ecuador cayó de 1.450 puntos a 1.000 puntos.
Este indicador es muy importante porque marca el interés al cual este país puede recibir créditos internacionales, en este caso será al 10%, según los expertos.
La analista Siobhan Morden, de la casa de valores Amherst Pierpont Securities, con sede en Nueva York, manifestó a la AP que también es importante seguir la buena relación y el cumplimiento de las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional para fortalecer la dolarización porque, según ella, “el país no quiere saber nada de subidas de impuestos”.
Ecuador tiene el dólar de Estaos Unidos como moneda propia desde el año 2000.
Dijo, por otra parte, que es muy importante garantizar las alianzas en la Asamblea con otros grupos políticos para futuras leyes con reformas necesarias y alcanzar la gobernabilidad.
La futura Asamblea de Ecuador, de 137 miembros, elegida durante la primera vuelta electoral del 7 de febrero, contará, con cinco bloques políticos de mayoría, el más nutrido afín a Arauz suma 47 escaños.
Le siguen el partido indígena Pachakutik, del excandidato Yaku Pérez, que llega a 27 con alianzas, luego están Izquierda Democrática y Partidos Social Cristiano, con 18 cada uno, y el partido de Lasso con 15.
“Hay que desearle éxitos y suerte. No seremos una oposición al día siguiente de su posesión. Si cumple sus ofertas, seremos los primeros en reconocer su mérito…”, tuiteó Pérez.
El analista y consultor político Alejandro Zabala expresó a la AP que Lasso “en lugar de buscar alianzas en la Asamblea, debería hacer acuerdos a la luz del día y con el respaldo y legitimidad de haber ganado la elección presidencial; eso sería lo ideal, porque en las alianzas siempre hay negociación y se busca defender intereses propios de cada partido”.
“Lasso debería mostrar las leyes que necesita a consideración de la gente para ver cómo reaccionan los bloques de asambleístas, eso suena muy bien, pero en la práctica no es tan fácil”, añadió.
Otro de los desafíos y no menos importante que la economía y la política, es la salud pública. La pandemia, que ha dejado 346.817 contagiados y 17.293 fallecidos en poco más de un año, causó la paralización del 70% del aparato productivo del país dejando dolorosas secuelas económicas y sociales.
Mientras tanto, la vacunación que permitiría un progresivo retorno a una nueva normalidad avanza muy lento en el país con apenas 274.000 personas que han recibido la primera dosis y 183.300 la segunda.
Ecuador cuenta con 1,5 millones de dosis, entre ellas un lote de un millón de la china Sinovac, pero no ha acertado a ejecutar un plan eficiente de inmunización.
El médico salubrista Alberto Narváez señaló a la AP que en salud Lasso debe poner en ejecución “un plan de vacunación claro, invertir en pruebas rápidas de antígenos, seguimiento del entorno de los contagiados, obligar a la cuarentena de los enfermos, apoyar a las familias de los contagiados con alimentos y entregar a la población mascarillas de buena calidad para reducir la velocidad de los contagios”.
“Puede hacer un lindo plan de vacunas, pero no hay vacunas en ninguna parte del mundo, entonces no es muy alentador el panorama que estamos atravesando en Ecuador y en la mayoría de países latinoamericanos”, agregó Narváez.